En el autódromo de Río Cuarto, Argentina, se disputó una carrera de Mini Challenge, previa a la famosa competencia de TC 2000, que no terminó en tragedia de milagro.
En plena lucha por adelantarse, los autos de Hugo Ballester y de Christian Napoli, colisionaron y terminaron desviándose al interior de la pista. Allí había un “banderillero” que, con mucha mala suerte, vio como ambos vehículos se iban sobre él.
Sin embargo, con grandes reflejos y un movimiento de acróbata, el pistero logró esquivar el primero de los autos con tranquilidad y al segundo de una forma milagrosa. Cuando lo vio cerca de él, se tiró para que este no lo impactara. Mirá el video.
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