El secretario general de la UEFA, Gianni Infantino, propuso establecer sanciones de diez partidos para los jugadores y entrenadores que incurran en comportamientos racistas en un campo de fútbol.
“Si los aficionados son hallados culpables, entonces habrá una clausura parcial del estadio. Eso significa que la sección donde el comportamiento racista tuvo lugar quedará cerrada. Si esa conducta se repite, el estadio se cerrará por completo y se impondrá una multa de como mínimo 50.000 euros”, señaló el secretario general.
En mayo, el Comité Ejecutivo de la UEFA votará la propuesta que hizo pública Infantino, que entraría en vigor a partir del mes de julio.
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