Es increíble como el gol hace olvidar todo en el fútbol. Y si son cuatro ni hablemos. Lo cierto es que los goles de Iván Alonso ante Defensor Sporting, por la primera fecha del Apertura, le brindaron un respiro a una directiva de Nacional castigada por diferentes situaciones que se vivieron en los últimos tiempos.
El primer gol de Iván. Dejó de lado los problemas vividos con la situación de Nacho González y Diego Arismendi. Como se recordará viajaron a España sin solicitar la autorización pertinente a la justicia y fueron condenados a prisión domiciliaria. A la hora de buscar responsables se dispararon acusaciones para todos lados y la interna de calentó. Para colmo de males Arismendi se durmió en una de las visitas policiales y se abrió aún más la herida. La justicia lo penó con más días de prisión en su casa.
El segundo gol de Iván. Hizo olvidar el error de los delegados que, pese a que el fútbol estuvo parado tres meses, recién el viernes le comunicaron al técnico Álvaro Gutiérrez que el defensa José Aja tenía una pena pendiente por acumular cinco amarillas.
El tercer gol de Iván. Fue fundamental para dejar de lado la política de contrataciones que había quedado en el ojo de la tormenta sobre todo con el retorno de Sebastián Taborda.
El cuarto gol de Iván. Hizo olvidar que el entrenador había solicitado la contratación de un zaguero de determinadas características y le trajeron a Diego Polenta que no está a punto físicamente.
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