El equipo de Guede -técnico que, más allá de este tropiezo, por sus ideas innovadoras y ofensivas representa una luz de esperanza para el fútbol argentino- padeció además en la Copa los problemas típicos de un equipo en formación.
Algo que no le sucedió tanto en el torneo local, donde este domingo ganó el clásico frente a Huracán y se mantiene primero en la zona 1, con serias posibilidades de acceder a la final por el título.
Aunque pasen los años, el torneo continental sigue mostrándose como un territorio con escasas posibilidades para la recuperación. Algo que aparentemente resultó demasiado pesado para un San Lorenzo que intenta construir su propio estilo, tan diferente de aquel que impuso Edgardo Bauza en el campeón 2014.
El tiempo dirá si Guede puede construir, con ese estilo que supo mostrar en Nueva Chicago en el Ascenso argentino y también en Palestino de Chile, un equipo que transforme sus sanas intenciones en buenos resultados.
A fines de 2014, Palmeiras inauguró su nuevo estadio – el Allianz Parque, una joya para 43 mil espectadores en San Pablo. La belleza de la cancha no coincidía con lo visto en el campo: sólo un año después de volver de la Serie B, otra vez se peleaba contra el descenso (que esta vez lograron evitar) y la gloria parecía parte del pasado.
Fue entonces que el presidente del club, Paulo Nobre, decidió cambiar la historia. Magnate que multiplicó su capital en la bolsa de valores, el mandatario pasó a hacer préstamos cada vez mayores al club: ya son más de 140 millones de reales suyos (unos 40 millones de dólares) en la caja fuerte "alviverde".
Poderoso caballero es don Dinero: el año pasado, 25 nuevos jugadores llegaron al club, además de Marcelo Oliveira, DT bicampeón brasileño con Cruzeiro en 2013/14. Pero en el pasto la cosa es distinta. Palmeiras nunca encontró su mejor juego, muchos de los refuerzos casi no jugaron y el equipo hizo un flojo Brasileirao, que culminó con un noveno lugar, muy lejos de los cupos internacionales.
Sin embargo, había una Copa de Brasil para salvar el año: el torneo eliminatorio que tradicionalmente aparece como una solución mágica para los clubes brasileños que van mal en el campeonato. En la Copa, el "alviverde" siguió avanzando sin jugar bien, hasta que – para sorpresa de muchos – salió campeón contra el Santos en una tanda de penaltis. Así llegó a la Copa Libertadores 2016.
Y así cayó en su etapa de grupos. Creyendo más en la quimera copera que en las 15 derrotas que tuvo en el Brasileirao, el Palmeiras mantuvo su apuesta en un equipo caro e ineficaz.
Oliveira dio lugar a Cuca, DT campeón de América con Atlético Mineiro en 2013. Pero ya era tarde para llegar a octavos, y ahora las derrotas siguen: ayer domingo, Palmeiras también cayó en el Campeonato Paulista, la liga de su estado. Mientras se arriesga el futuro en nombre de un presente de pocas victorias, la duda crece: sí, hay dinero con Nobre de presidente ¿pero qué hacer con esa deuda millonaria el día que él se vaya? Entre una Copa y una eliminación precoz, un delirio y muchas lágrimas, la "nação alviverde" espera por las escenas de los próximos capítulos.
Lo de Colo Colo fue la crónica de una muerte anunciada, como dijo Julio Barroso. Si vamos a los números, hay dos datos decidores: primero, el Cacique sólo le ganó al Melgar, el peor de la Copa, estadísticamente hablando; y segundo, el único jugador albo que pudo llegar a la red fue Esteban Paredes, quien anotó los cuatro goles del equipo y lo salvó del bochorno de haber quedado eliminado en la quinta fecha, en Perú.
Pero más allá de las cifras, el Popular no se preparó para dar verdadera pelea en el certamen continental. Sus tres contrataciones en el receso veraniego fueron apuestas de bajo costo: Matías Zaldivia, Javier Reina y Martín Tonso. Si bien el defensa argentino cumplió, el volante colombiano y el delantero transandino no dieron el ancho.
De hecho, varios referentes del plantel criticaron a viva voz a Blanco y Negro, concesionaria que administra el club, por la escasa inversión. Por eso Jaime Valdés quiso partir a San Lorenzo antes del arranque del semestre, porque sabía cómo se venía la mano.
El buque lo mantienen a flote desde hace un buen tiempo jugadores que sobrepasan los 30 años. Justo Villar (38), Jean Beausejour (31), Barroso (31), Gonzalo Fierro (33), Valdés (35) y Paredes (35) vienen haciendo el gasto continuamente, por lo que el físico les pasó la cuenta al disputar dos torneos en simultáneo. Es más, aparte de haber quedado en el camino en el campeonato internacional, llevan cinco partidos sin sumar de a tres en la competencia doméstica y prácticamente regalaron el título, tras gozar de una ventaja de seis puntos.
Además, José Luis Sierra no transmite ambición desde la banca y Barroso lo "vendió" ante los micrófonos el miércoles recién pasado, al decir que "tenemos que luchar con una mala planificación", mientras que Valdés se lanzó contra sus compañeros, al sostener que "cada uno debe hacerse un examen de conciencia y ver si está haciendo todo lo posible para contribuir".
El camarín está quebrado y la continuidad del DT pende de un hilo por el fracaso en la Libertadores, donde el Albo no supera la fase de grupos desde el 2007. La muerte anunciada ya se hizo crónica.
La vuelta a la Copa Libertadores tras la final perdida ante Atlético Mineiro de Brasil en 2013, y en esta ocasión como cabeza de serie de su grupo, motivó a todos los olimpistas, que no esperaban este pobre desempeño en la competencia.
La derrota por 2-1 en Venezuela ante Táchira en el debut sorprendió a todos, más que nada por el pobre nivel futbolístico demostrado en el juego. Se puso como excusa el cambio de técnico horas antes del viaje. Mauro Caballero interinó en el cargo tras la salida de Francisco "Chiqui" Arce. Sin embargo, y con la llegada de Fernando Jubero como entrenador, el plantel cayó en Asunción ante Pumas, 2-0, resultado que redujo las chances.
En el tercer partido, en Ecuador, Olimpia ganaba 2-1 en 20 minutos, con autoridad y justicia. En los últimos trámites, se apoderaron los nervios del plantel, Emelec no se dio por vencido y logró el empate a los 90 minutos, dejando al equipo paraguayo al borde de la eliminación.
En la revancha ante Emelec, salió obligado a ganar pero, pese a esa presión, lo hizo con más seguridad que en el juego anterior, ganando por 4-2. Habría que ir a ganar a Pumas en México.
En tierras aztecas se hizo un gran primer tiempo, se ganaba 1-0 y se esperaban más goles en la segunda etapa. Y llegaron, pero para Pumas, que terminó imponiéndose por 4-1. Dura derrota y eliminación a falta de un partido.
El 4-0 ante Táchira en Asunción quedó para las estadísticas. El cambio de técnico y la falta de una rápida adaptación del plantel a las órdenes de su nuevo entrenador fueron determinantes para jugar la Copa Libertadores con más seguridad y solvencia.
En el campeonato local, Olimpia suma 9 victorias consecutivas, incluyendo la última ante Cerro Porteño en el clásico de Paraguay. Esta buena campaña en la competencia doméstica sirve como un bálsamo tras la dolorosa presencia en el torneo internacional, donde se depositaron todas las fichas para lograr la anhelada cuarta Copa Libertadores.
Liga de Quito llegaba quizás no con cartel de favorito a la Libertadores 2016, pero sí con la expectativa de ser importante animador.
Su último subcampeonato en Ecuador, mantener la base de jugadores de la temporada 2015, y con un entrenador reconocido como Borghi, emocionaban a más de uno.
El sorteo del grupo, quedando ubicado junto a Gremio, Toluca y San Lorenzo, puede que no haya sido la mejor prueba para Liga, pero un club que se impuso a quien estuvo al frente en 2008, debía mostrar toda fortaleza posible y por supuesto, hacer respetar la siempre aliada altura de Quito.
Sin embargo, toda expectativa se vino abajo en la fecha 2. La goleada sufrida en Brasil dejó en evidencia las falencias del equipo tanto defensivas, de elaboración de juego y ofensivas.
Con Norberto Araujo que presentó problemas físicos durante el torneo, se careció de un líder en el bloque posterior. Luis Romero casi hasta que desapareció de los partidos. José Cevallos y Diego Morales no mostraron ese mismo desenvolvimiento con que terminaron la última campaña. Brahian Alemán no logró interpretar el juego de Borghi, o el DT no supo explotar sus virtudes de juego. Arriba, un dolor de cabeza pero donde tuvo error compartido directiva y cuerpo técnico. Se jugó solo con Carlos Tenorio y se dejó ir a Jonathan Álvez (por aparente indisciplina). Es decir, potencia de ataque jamás se tuvo en la Copa. Tremendo error.
Tenorio (36 años) no está en condiciones de ser el referente de área. La directiva contrató a Daniel Angulo como su principal carta de gol, pero para el torneo local ya que no podía jugar Libertadores al haber actuado con Santa Fe en la primera ronda.
Borghi jamás pudo conformar a un equipo que interprete su juego. Un equipo sólido en 2015, se derrumbó por completó. Con rivales de peso, eso se paga caro.
Último con 4 puntos (logrados ante San Lorenzo), Liga pisó tierra. El camino es arduo para levantar, Álvaro Gutiérrez deberá revertir la situación. La hinchada exige más.
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