Suárez y Cavani, la dupla que hará historia con la celeste

El circulo mediático que conforman los uruguayos cuando salen a la calle no tiene término medio. Ahí, donde las charlas de fútbol reúnen a cuantos especialistas pueda imaginar, la crítica es despiadada. Al fin y al cabo el hincha es hincha. Y como el producto ingresa por los ojos, si Cavani marca goles todos los fines de semana, y no repite en Uruguay, se inicia la búsqueda de argumentos.

Que juega fuera de puesto, que el técnico es lento para realizar modificaciones, o la pregunta: ¿qué va a decir ahora Tabárez?…

“Me autocalifico de lento para estar cosas porque no estoy para decir saco a este y pongo a este”.

La luna de miel de la Copa América fue dando paso a la guerrilla de la Eliminatoria donde ganar genera tranquilidad y perder transporta el barco al maldito mar de las dudas. Entonces hay inquietudes. Que Lugano no tiene actividad, que Forlán tomó la bajada, o la pregunta ¿qué va a decir ahora Tabárez?...

“No es cuestión de probar por probar cuando no tengo elementos de juicio que me den la seguridad que ese es mejor al que supuestamente pueda sacar”.

Y cuando los resultados golpean el uruguayo opta por reclamar sin medir las consecuencias. El resultado pasa a ser lo único indispensable sin tener en cuenta los procesos de trabajo. ¿Qué va a decir ahora Tabárez?...

“Cuando no tengo esa seguridad trato de ser prudente y no apresurarme”.

Después de los golpes con Argentina y Bolivia el técnico hizo las pruebas que le permitan enderezar nuevamente el rumbo. Apuesta a pasos lentos intentando que sean seguros.

Modificó la estructura del mediocampo. Y rompió la estructura ofensiva. En la Copa América consideró necesario jugar con los tres hombres de calidad que podía reunir el equipo en materia ofensiva. Pero el paso del tiempo cambió su pensamiento.

Los movimientos implican la salida de uno de los tres mosqueteros de la ofensiva. Y la cuestión no pasa por sacrificarlo, sino por cobijarlo y recuperarlo. Esto determina que la apuesta quede reducida a una dupla del gol.

Después de mucho tiempo Uruguay vuelve a apostar a una dupla ofensiva. Tabárez tiene su explicación: “Nosotros insistimos con cosas que habíamos hecho hasta que la realidad nos demostró que había un problema futbolístico y no insistimos más”.

Suárez-Cavani

Dos amistosos fueron la oportunidad para mostrar otras cartas. De los tres delanteros de clase que tiene la celeste Tabárez optó por dos. La dupla del futuro. La que por edad permanecerá en la selección: Suárez y Cavani sacando del equipo la experiencia de Forlán.

Es que no es sencillo para una selección reunir a la misma vez a tres delanteros de calidad. Y cuando Forlán se vaya quedará un vacío.

La futura dupla se conoce desde su paso por las juveniles. Tener a dos futbolistas de la misma generación no deja de ser una ventaja. Permite tener un conocimiento de años jugando juntos. Se unieron por primera vez defendiendo a la selección Sub 20, pero debido a que Groningen no lo cedió, Suárez no asistió al Sudamericano.

En el año 2007, cuando Luis Suárez había comenzado a romper la vista por su juego, el técnico de Uruguay se vio ante una encrucijada. El delantero integraba la selección Sub 20 que se aprestaba a jugar el Mundial de la categoría, pero a su vez se avecinaba la disputa de la Copa América de selecciones y Luis integraba el plantel de la celeste mayor. Copa América o Mundial sub 20 era la interrogante. Tabárez se inclinó por respetar los procesos de crecimiento del jugador y Suárez fue a competir con los futbolistas de su edad. Allí se reencontró con Cavani que había vivido aquella extraña experiencia de su transferencia donde se habló hasta de que lo habían escondido para que otro no hiciera el negocio.

Tiempos de la mayor

De ahí en adelante la historia es más conocida. Ambos pasaron a formar parte del combinado principal. Suárez ascendió de inmediato, a Cavani le costó más la escalera. Fue recién en el Mundial de Sudáfrica 2010 donde comenzaron a coincidir con mayor asiduidad en la oncena. Por aquellos tiempo el entrenador pensaba que tenía tres delanteros de categoría y que los debía poner juntos. El tema era que no quería que se le generara un desequilibrio en el equipo. Y Cavani fue el sacrificio..

Seis años después de aquel Mundial juvenil el tiempo y las circunstancias pueden volver a poner a Suárez y Cavani en el mismo lugar: compartir la responsabilidad de ser la dupla de gol de la selección nacional.