Suárez, siempre Suárez

Luis Suárez volvió a anotar con la celeste. Casi cuatro meses después de aquel inolvidable partido ante Inglaterra, antes de toda la novela de la mordida, el salteño marcó dos tantos en el 3-0 ante Omán, en un amistoso en el que a los celestes no le salía nada.

El primero fue a los 56’ tras un centro de Rolan desde la derecha y a las espaldas de la defensa. El salteño le pegó de zurda y mordido, pero de todos modos la pelota se le fue abriendo al arquero, que no pudo hacer nada.

En el segundo, a los 66’, Suárez recibió un pase del otro sector de Gastón Ramírez, le ganó la oposición al defensa y ante la salida del arquero la tocó suave por arriba.

A los 86’ llegó el momento para la emoción del debut en la red de Jonathan Rodriguez, que recibió un pase de Gastón Ramírez y le pegó de zurda y cruzado para cerrar el encuentro.

Con la desnivelante aparición de su máxima estrella, Uruguay abrió un partido que venía muy complicado. Fue un muy flojo primer tiempo, de lo peor que se ha visto en los últimos tiempos.

El equipo de Tabárez fue dominado en grandes lapsos del partido por los asiáticos, que tuvieron la pelota y encontraron huecos por las bandas, sobre todo por la derecha, donde Maxi Pereira y Josema Giménez hicieron agua.

Egidio lució muy solo en la mitad de la cancha para la marca, y en general el equipo apeló a la falta como método defensivo, lo que derivó en una amarilla a Giménez y advertencias al capitán y a Maxi Rodríguez.

La mediocridad del rival, que no tuvo peso en los últimos metros, fue la única explicación para que los celestes no se fueran abajo en el tanteador.

Suárez fue mal habilitado y apareció poco, pero así y todo tuvo la más clara del primer tiempo, un derechazo cruzado que el arquero mandó al corner. Pero apareció en el segundo tiempo, para sentenciar la historia. Fiel a su estilo.