En su autobiografía, ‘Mi vida, Luis Suárez’, el delantero uruguayo cuenta cómo fueron sus días tras el mordisco que le propinó al italiano Giorgio Chiellini en el Mundial de Brasil y sus días al ser suspendido por la FIFA durante cuatro meses.
“Cometí un error. Fue mi culpa. Era la tercera vez que me pasaba y necesitaba ayuda”, reconoció el futbolista de Barcelona. Pero también que en la FIFA lo castigó “como si fuera tratado como un criminal”.
Suárez también reveló cómo fue abandonar la concentración de Uruguay en el Mundial. “La única razón por la que no lloré fue porque el entrenador estaba delante”, dijo.
“La gente habla de mí como si fuera un jugador problemático, pero hablen con mis compañeros e intenten encontrar uno solo que piense esto”, dice en otro pasaje del libro. “El Barcelona sabía que no tendría problema alguno conmigo en este aspecto”, comentó.
Lo sacaron de Guantánamo
El delantero también habla de cómo fue su negociación con el club catalán al estar suspendido por la FIFA, que le prohibía cualquier actividad vinculada al fútbol.
“Lo absurdo de la suspensión de la FIFA se volvió cada vez más evidente” y “tuvimos que planificarlo todo cuidadosamente ante el supuesto que los paparazzi o algún hincha me tomara una foto realizando alguna actividad remotamente relacionada con el fútbol”, comenta en el libro.
La sanción de la FIFA le obligó a “firmar un contrato casi clandestinamente sin que llegara a ser un asunto público”.
“Tuvo que planificarse meticulosamente todo para que nadie nos viera y no hubiera fotos”, cuenta Suárez. “Había un plan de tres coches que salían desde tres salidas diferentes para el caso que la prensa hubiera sido alertada”, señaló el atacante al repasar los días en los que vivió en casa de sus suegros en Castelldefels. “Ya me había acostumbrado a que todo fuera una operación encubierta. Salía de casa de mis suegros escondido dentro del coche para burlar a los paparazzi”.
Luego, una vez llegado a un acuerdo, tuvo su primera aparición en el Trofeo Gamper. “Me sentía como un invitado o como si hubiera ganado un concurso”, dijo.
También recordó lo que dijo su DT, Luis Enrique, en la charla junto a los jugadores: “Bueno, ellos finalmente lo sacaron de Guantánamo para estar con nosotros en el entrenamiento. Todos aplaudieron al prisionero liberado y yo traté de no ruborizarme por ser el centro de atención”.
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