Severino hizo emocionar a todos

Por ese motivo el partido había despertado un interés extra, por lo que sería el duelo entre uno de los mejores equipos argentinos y el de los "guerreros" de Atlas.

El encuentro, jugado en Salta, tuvo además un momento de emoción. Wilson Severino, goleador histórico del club del ascenso, quien se había retirado el año pasado, debido a que por su trabajo de ferroviario no podía entrenar, volvió a jugar y a modo de homenaje ingresó en los minutos finales.

El delantero no pudo contener las lágrimas en su despedida. Cuando iba a entrar a la cancha se abrazó con su entrenador. Luego, ni bien corrió los primeros metros, le dio otro abrazo a Leonardo Ponzio, volante de River.

"Le pregunté a Ponzio si podía abrazarlo", contó luego del partido, cuando las cámaras fueron tras su testimonio ya que había sido el protagonista de la noche.

"No paraba de llorar, no sé qué me pasaba. Cuando entré a la cancha se me vino la niñez encima, el potrero, la calle, no podía aguantar las lágrimas. Los quería abrazar a todos. Le quiero pedir perdón a mi hijo, que por jugar al fútbol no lo vi por 13 años y hoy estamos distanciados. Espero que algún día me entienda", dijo Severino, el goleador de Atlas que emocionó a todos.