Luchó, corrió e intentó jugar para sostener su sueño copero, pero la lotería de los penales lo dejó sin nada. La travesía de Wanderers en la Copa Sudamericana se terminó luego de igualar sin goles en Barranquilla.
Ya desde el inicio del partido, Junior de Barranquilla salió a dominar las acciones, con la pelota como aliada y el calor de una ciudad que fue una olla a presión para los bohemios.
Desde la posesión, los locales construyeron el dominio, impusieron condiciones y rápidamente obligaron a Wanderers a transformarse en un equipo que no es.
Sin la pelota, el bohemio tuvo que entregar una faceta defensiva a la que no está acostumbrado y encima lidiar con la enorme baja de Gastón Bueno que, lesionado, se quedó en Montevideo.
El problema de Wanderers fue que cerró las líneas muy cerca del arco de Leonardo Burián y le regaló la pelota y el terreno a un equipo colombiano que jugó a placer.
Sin embargo, el dominio cafetero no se notó en el marcador en el primer tiempo porque repetidamente chocó con Burián, que demostró estar en un nivel excepcional. Seguro bajo los palos, técnico a la hora de achicar espacios y firme a la hora de salir a romper, Burián fue el gran responsable de un primer tiempo sin goles.
El complemento mantuvo la tónica del inicio, con un Wanderers haciendo un partido muy táctico, pero forzado a desarrollar una idea que no siente como propia.Junior, empujado por su gente, volvió a sitiar a un Burián que siempre respondió a la altura de la instancia.
Santiago Martínez y Adrián Colombino fueron los pulmones del equipo uruguayo que se multiplicó para tapar espacios mientras que en ofensiva Matías Santos no logró tener incidencia.
Ante la falta de tenencia y con ocasiones aisladas, el trabajo de Sergio Blanco fue vital. El capitán bohemio aguantó al pelota, hizo de pívot y sacó faltas para hacer correr el reloj y ganar oxígeno en una Barranquilla agobiante por el calor.
Cuando se moría el partido, Edison Toloza fue protagonista de la jugada del partido, que terminó con la pelota reventando el travesaño para suspiro bohemio.
En los penales Junior de Barranquilla se llevó la definición luego de que Joaquín Vergés y Rodrigo Rivero fallaran sus remates.
Wanderers, de gran campaña, cayó de pie en una Copa Sudamericana que ya no tiene más equipos uruguayos.
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