Se abre la renovación generacional de la selección

En los primeros tiempos hubo quejas, justo es decirlo. Voces que se elevaron por no compartir el procedimiento del entrenador. Pero todo cambió cuando el técnico pudo constituir una base con determinado perfil de jugador.

Entonces se aceptaron las normas. Y se sabe perfectamente que todo fluye y todo pasa. No se es para siempre jugador de selección. Hay aspectos deportivos, hay situaciones puntuales, necesidades del equipo y tiempos.

No es el mismo el Forlán de Sudáfrica 2010 que el que jugó el mundial de Brasil. Es evidente, lo dijo el propio entrenador.

Y hay un hecho que es evidente. El partido contra Colombia puede marcar el fin de ciclo para algunos jugadores del seleccionado. No se trata de cerrarles la puerta. Se trata de un hecho de la realidad que ellos mismos aceptan.

En esa lista ingresan Diego Lugano (33 años), Diego Forlán (35) y el Ruso Diego Pérez (34), por cuestiones de edad.

El tema es que son jugadores de peso. Y no será sencillo reemplazarlos.

Hay otros que ya entraron en los 30 (Maximiliano Pereira y Egidio Arévalo Ríos además de los dos goleros suplentes). Y a esa edad cuatro años puede ser mucho tiempo teniendo en consideración el ciclo rumbo a Rusia 2018.

El grueso del equipo ronda los 27 y 28 años, la edad que según Tabárez el futbolista alcanza el pico de rendimiento de su carrera.

Ahí están los Muslera, Godín, Cáceres, Suárez y Cavani. Detrás vienen los que tienen cuerda para rato como la Joya Hernández, Coates o José María Giménez, sin dudas la revelación celeste en este certamen.

Formar referentes no es sencillo. Por eso Lugano y compañía fueron preparando el camino para los más jóvenes.

“A los más jóvenes uno les dice: ‘Se te va a complicar con esto’. Bueno a Godín lo tengo loco con eso. Y ahora cuando venga Coates hay que empezar de nuevo a cargarle la mochila que la va a llevar un tiempo. Son cosas normales que se hablan y siempre desde un aspecto natural y positivo porque es normal”, dijo Lugano.

Diego Godín lo tiene claro y sabe que quedará como cabeza del grupo. Es el elegido. No en vano le pusieron la cinta de capitán y pidió que se la colocara el propio Lugano.

Godín reveló una historia con uno de los referentes. Resulta que un día se estaba quejando por cosas pequeñas y Eguren se le arrimó y le dijo: “Si un día te toca ser capitán, o aunque no te toque, tenés que ser un líder, pero un líder positivo. Quejate por lo que vos podés cambiar para mejorar el equipo o para que el equipo o un compañero esté mejor. Pero no te quejes por las cosas que no podés cambiar. Porque eso termina irritando y no ayudan en nada”. Godín asimiló el aprendizaje: “Son detalles que te enseñan”.

Se terminó una era. El plan recambio se pone en marcha y Uruguay tiene varias camadas juveniles que han trabajado en el marco de este proceso.

Ahí están las cuatro últimas sub 20 que se clasificaron en forma consecutiva a los mundiales. La generación que abrió la racha, en 2007, es la de Cavani, Suárez y Cáceres.

La que la cierra es la botijada que el año pasado fue vicecampeona mundial en Turquía. Es la que ahora pide la posta.