Sabor a despedida

Alexis Rolín, tras su gran fallo en el gol definitorio, es el primero en irse, antes que sus compañeros. Algún hincha le grita algo. Luego, Diego Polenta, que tuvo una injustificable reacción con el Rayo Ramírez tras su conquista, encabeza la salida y patea una botella, con mucha bronca.

Los bolsos, confundidos, aplauden a sus jugadores, sin entender cómo se les escapó un partido que pintaba para goleada y que, con el resultado final, pudo haber marcado la despedida tricolor en el Uruguayo.

Los números son elocuentes: Nacional tuvo 19 tiros al arco, 15 situaciones de peligro y solo pudo marcar un gol y en una jugada un tanto entreverada.

De arranque, el 4-3-3 que paró Martín Lasarte tuvo mucho vértigo y buenas jugadas colectivas, pero en los últimos metros falló la definición o tuvo a Sebastián Britos con grandes intervenciones.

Uno de los recursos albos fue el pase en profundidad para Rodrigo Aguirre, quien tuvo un mano a mano que el arquero fusionado le sacó pro arriba. Además, el delantero que aún no ha marcado goles, tuvo una gran corrida individual que no supo culminar bien.

Los albos también tuvieron triangulaciones, llegadas por las bandas con buenos centros -como uno que Sebastián Rodríguez falló de cabeza- y varios remates desde afuera del área. Pero ninguno entró.

De todas formas, la sensación en el Parque Central, ante la baja producción de El Tanque, era que los goles albos estaban al caer.

Pero ni bien comenzó el segundo tiempo, Alfonso Espino dejó boyando una pelota al borde del área, Diego De Souza remató un zapatazo de pierna de zurda, Esteban Conde no pudo contenerlo y dio rebote, y el argentino Alexis Ramos puso el 1-0 de cabeza.

Sorpresa en el Parque. Pero Nacional siguió con su propuesta y a los pocos minutos, cuando iban 54'. igualó por intermedio del Tata González, quien tuvo una buena actuación.

Quedaba buen tiempo para ir por la remontada. Lasarte cambió piezas y puso a Martín Ligüera y Hugo Silveira. Luego, cuando se iban los minutos, sumó a Gonzalo Bueno y armó un 3-4-3, para jugarse al todo o nada.

Nacional siguió sumando situaciones, con un cabezazo de Silveira que dio en el travesaño como la más clara y con más buenas ntervenciones de Britos.

Había olor a empate, pero en el cierre, Rolín tocó hacia atrás una pelota sin ver que Jonathan Ramírez picaba solo. El Rayo enfrentó a Conde y su remate fue adentro, para sellar un triunfo gigante de El Tanque Sisley.

El equipo tricolor se fue mordiendo bronca y en el Parque Central quedó sabor a que el bolso se despidió del campeonato.