Rusia, acusada de "
dopaje organizado", fue suspendida provisionalmente por la Federación Internacional de
Atletismo (IAAF) y la presencia de sus atletas en los próximos Juegos de Rio-2016 dentro de nueve meses es una incógnita.
Sin sorpresas, la IAAF puso el epílogo lógico a una semana donde el mundo del atletismo se vio sorprendido por las revelaciones contenidas en el informe de una comisión de investigación independiente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), este lunes en Ginebra.
Con 22 votos a favor de la suspensión, frente a uno en contra, la sanción cayó pese al último intento de limitar daños con buenas intenciones del lado ruso, simbolizado por la declaración del ministro ruso de Deportes, Vitaly Mutko, justo antes del inicio de la reunión: "Estamos dispuestos a cooperar (con la IAAF) para que nuestro atletismo se adapte a las normas que nos piden (...) Estamos dispuestos a tomar cualquier medida", afirmó Mutko.
"Hoy hemos hablado sobre el fracaso del ARAF (Federación Rusa de Atletismo) y hemos tomado la decisión de suspenderla provisionalmente, la sanción más dura que podemos tomar en este momento", explicó el presidente de la IAAF, el británico Sebastian Coe en un comunicado.
La IAAF no tenía elección. En su informe, la AMA había sido muy clara: Rusia debe ser suspendida de toda competición en atletismo, incluidos tal vez los Juegos de Rio de Janeiro, mientras no demuestre su capacidad a luchar eficazmente contra el dopaje.
El consejo de la IAAF siguió por tanto las recomendaciones de la AMA, por lo menos para mostrar su voluntad de combatir el mal con fuerza.
La suspensión toma efecto de forma inmediata.