Hace unos cuantos años que al suizo Roger Federer le vaticinan el fin de su era y, es más, su retiro. Pero con sus 33 años a cuesta, y después de haber con-seguido todo, se las arregla para reinventarse y dar qué hablar en el circuito ATP.
Si bien el serbio Novak Djokovic y el español Rafael Nadal acapararon los títulos grandes de un tiempo a esta parte, el mejor de la historia, el que más semanas estuvo como número uno (302), se encargó el domingo de poner su nombre un poquito más alto, si es que eso es posible.
Federer consiguió un nuevo título (el número 83), pero con él se dio el lujo de llegar a las cuatro cifras en partidos ganados en su carrera profesional. Sumó su triunfo número 1.000 y se subió al selecto grupo que ahora integra junto al estadounidense Jimmy Connors y al checo, nacionalizado estadounidense, Ivan Lendl (ver cuadro).
El suizo venció en tres sets (6-4, 6-7 (2), 6-4) al canadiense Milos Raonic para alzar la copa del ATP 250 de Brisbane, pero también para recibir el homenaje de las mil victorias.
Además de un enorme número 1.000 ubicado en la cancha en plena entrega de premios, leyendas del deporte blanco como los australianos Roy Emerson y Rod Laver, fueron los encargados de entregar el trofeo y un premio especial por una victoria igual de especial.
Federer se mostró vivaz en la cancha durante dos horas y 13 minutos, consiguiendo puntos de alta factura técnica y con una renovada energía para deleitar en la pista, como en casi toda su carrera.
“Nunca olvidaré este momento: ganar el título y obtener al mismo tiempo la cifra mágica de 1.000 (victorias)”, dijo Federer con los ojos empañados de lágrimas. Además, explicó que “alcanzar los 1.000 triunfos delante de dos leyendas significa mucho” para él.
Pero para estar a la altura tuvo que batallar incansablemente, desde aquella primera victoria como profesional, en 1998 ante el francés Guillaume Raoux.
Hoy, iniciando su temporada número 18, cuenta con 17 títulos de Grand Slam y quiere más, pues así lo hizo saber el domingo en Sídney.
“Creo, está claro, que tengo una seria oportunidad de ganar en Melbourne. De otra manera, regresaría a casa el martes”, dijo feliz.
De esta forma, Federer inició el año con ganas y nuevas motivaciones. A fin de 2014, consiguió la Copa Davis y solo le queda en el debe la medalla de oro olímpica (consiguió la de plata en Londres). ¿Será necesario pensar en Rio 2016?
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá