Richard Porta, el dueño del gol

Con la tradicional camiseta blanca, con la azul o con la celeste, el Canguro fue sumando tantos hasta convertirse en el artillero del Campeonato Uruguayo 2011-2012 y llenar sus repisas de pelotas Penalty.

Fueron tantos festejos como goles los que regaló el delantero: quitándose el zapato, besándose un tatuaje en el hombro izquierdo o bailando al compás del griterío de la hinchada.

De derecha, de izquierda, de cabeza, de penal, hundiendo el balón con fiereza en el fondo de la red, madrugando a los defensores, con la caña de pescar en la línea del arco... de todas las formas dejó su sello.

Richard Porta fue elegido el mejor delantero de la temporada en la encuesta Fútbolx100 de El Observador aunque estuvo ausente varios meses por su pasaje en Emiratos Árabes.

Pero la contundencia frente a los goleros adversarios le valió el premio. En dos partidos seguidos (contra Bella Vista y Cerrito) marcó tres goles y a punto estuvo de hacerlo en el tercero frente a Rentistas, pero le faltó uno.

Tres de los 17 goles los hizo en el Apertura. El primero de cabeza frente a River Plate adelantándose a la salida en falso del golero Laforia; el segundo de penal contra Defensor a la derecha del arquero, y el tercero contra Cerro Largo con un disparo alto desde adentro del área.

Los otros 14 los anotó en su regreso al club, durante el Clausura. Los hizo de penal, casi siempre fuerte y al medio del arco; a lo pescador abajo del arco; con fuertes derechazos; adelantándose a los defensores después de una pelota quieta ejecutada magistralmente por Viudez; peinando un córner en el primer palo para que la pelota entre por el segundo y tal vez el más festejado, el penal que le marcó a Peñarol, tan recio que venció la pierna de Gelpi. Por todo esto, Porta fue el dueño de la globa.