Revancha en llamas: Bolt y Gatlin

Con una definición no apta para cardíacos y una diferencia de tan solo 13 milésimas de segundo, la final de los 100 metros del Mundial de Pekín, que el jamaiquino Usain Bolt le birló al estadounidense Justin Gatlin, dejó encendida la pista para del estadio El Nido para la revancha entre los dos hombres más rápidos del mundo que vuelven a verse las caras en las pruebas de 200 metros.

Ambos velocistas se impusieron ayer en sus respectivas series clasificatorias, prácticamente desfilando ante sus rivales. Bolt ganó la suya con un tiempo de 20.28 y su característico afloje en los metros finales de las pruebas previas, y Gatlin fue primero en la suya con 20.19. Hoy ambos disputarán las semifinales y, salvo que ocurra algo impensado, mañana tendrán un nuevo duelo (ver horarios).

Frente a frente

El Mundial de Pekín se dio el lujo de tener entre sus competidores a Bolt y Gatlin, dos atletas recuperados. El primero llegó al certamen luego de una serie de lesiones que pusieron en duda el nivel en el que reaparecería en la pista; en tanto el segundo superó su sanción por dopaje que lo alejó de las circuitos desde 2006 a 2010.

Mientras el jamaiquino buscaba su mejor forma, el estadounidense, de 33 años, no perdió el tiempo y se coronó como el más veloz de los años 2014 y 2015.

Por eso, más la frágil semifinal de Bolt en los 100 metros, llegaba a la definición como el favorito a ganar en esa distancia. Pero una salida lenta –más lenta que la del caribeño, que no es fuerte en ese aspecto- y un cierre fallido, hicieron que "el Rayo" le ganara la carrera por 13 milésimas.

Ahora, volverán a despegar en busca del segundo oro en juego para ellos. "La prueba de 200 metros significa mucho para mí. Estoy un poco preocupado respecto a mi forma y tengo que trabajar mucho algunas cosas en esta distancia", señaló Bolt. "Pero creo que soy mejor técnicamente en 200 que en 100 metros. Veremos qué pasa. Estoy cansado y mis piernas están pesadas, pero me voy a dar un baño esta noche y estaré preparado para las semifinales", agregó.

Gatlin también se tiene fe: "La final de 100 metros fue una decepción, porque cometí algunos errores al final de la carrera. Pero ahora voy a por los 200 metros".

La otra carrera

El cruce entre ambos también tuvo la polémica por las sospechas de dopaje que en los últimos meses recaen sobre el atletismo. "Todo lo que he estado escuchando en las últimas dos semanas es dopaje, dopaje y dopaje. La mayor parte de las preguntas son sobre dopaje. Es realmente triste", dijo el jamaiquino al llegar a Pekín.

Pero las dudas sobre Gatlin se mantienen. El estadounidense tuvo su primer positivo en 2001, por anfetaminas, y estuvo sancionado dos años, aunque se le redujo la pena al aducir que se debía a un medicamento que tomaba desde niño para corregir el síndrome de déficit de atención. Volvió y fue campeón en Atenas 2004.

Dos años después, volvió a dar positivo. Esta vez fue testosterona y, reincidente, se los suspendió por ocho años, pero apeló y estuvo afuera cuatro, hasta 2010.

En esos cuatro años parados, Gatlin descansó, no gastó su físico –al contrario de Bolt– y regresó con todo para ser, hasta hace días, el más rápido del mundo en las últimas dos temporadas.

El estadounidense no está bien visto en China e incluso en mayo pasado los responsables del mitin anual en El Nido le pusieron trabas para que renunciara a competir.

Hay quien no le perdona su pasado y teme que sus marcas actuales sean fruto de alguna pócima secreta todavía no detectable en los controles, pero el propio Bolt dijo que Gatlin compite en Pekín con todo el derecho del mundo y que hay que batirlo sobre la pista. (En base a agencias).