Racing no se rinde. No baja los brazos. Mientras haya esperanza seguirá en la lucha. El sábado lo demostró en su cancha frente a El Tanque Sisley. Empezó perdiendo, lo dio vuelta, ganó 3-1 y quedó a cuatro puntos de Nacional, postergando la definición del campeonato.
La velocidad, el toque de pelota, la búsqueda incesante por las bandas, son argumentos que maneja muy bien este equipo de Mauricio Larriera, sensación desde la primera fecha cuando venció, también de atrás, a Danubio, último campeón uruguayo.
El fútbol de Daniel Acosta por el medio, de Juan Pablo Rodríguez por izquierda y la velocidad de Christian Tabó por derecha, sentenciaron el juego en el Parque Roberto.
El Tanque empezó ganando con un puntazo alto de Yoel Burgueño después de que Racing perdiera la pelota en la mitad del campo. Hubo, después del gol, momentos de nerviosismo en los locales. Pero la calma llegó tras un desborde fantástico de Tabó y un toque suave de Acosta en el corazón del área para poner el 1-1.
Racing se adueñó del desarrollo, aunque le faltó profundidad. No encontró en esos minutos, hasta el final del primer tiempo, jugadas de claridad para marcar el segundo.
Probó con remates lejanos de Tabó y Rodríguez, pero sin lastimar. Los hinchas estaban furiosos con Fedorczuk. “Estás cobrando para Nacional”, le gritaban al árbitro. Es que si Racing no ganaba, hoy Nacional podía obtener el título anticipadamente.
Todo se simplificó en el inicio del segundo tiempo. Antes de que se cumplieran dos minutos, Acosta encaró a Fogst y el argentino lo derribó en el área. Penal. Lo remató Affonso y marcó el 2-1.
No habían terminado de celebrar ese tanto los hinchas locales cuando Juan Pablo Rodríguez encaró al golero Da Silva después de una pared con Affonso y terminó en el piso. Fedorczuk (el que cobraba para Nacional, según los aficionados locales) no dudó en dar un nuevo penal para Racing. Esta vez, el que lo cambió por gol fue el capitán albiverde, Rodríguez.
El gol de la tranquilidad. Raúl Moller, técnico de El Tanque, refrescó el ataque con dos cambios juntos, pero no encontraron espacios. Malrechauffe y Brasesco cumplieron una sólida labor en el fondo. También Dudok en la mitad de la cancha.
Y ni que hablar los funcionarios del club afuera del campo. Escondieron las pelotas y el árbitro detuvo dos veces el partido para recuperarlas. Todos juegan en Racing. Los que están adentro y los que están afuera.
Más allá de esa picardía, El Tanque tampoco tuvo herramientas como para abrir la fortaleza de Sayago. Apenas generó un par de ocasiones por aire para el grandote Fosgt. Nada más.
Racing tuvo una oportunidad más con un tiro de Fernández. Después festejó el triunfo y continuó sorprendiendo.
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