Una especie de pacto de silencio y una llamativa falta de autocrítica marcaron las declaraciones de Peñarol tras los graves incidentes protagonizados ante Palmeiras este miércoles por la Copa Libertadores en el Campeón del Siglo.
"Son cosas que pasan, la locura nuestra por ganar el partido hizo que se desataran los problemas", expresó Marcel Novick.
"No queremos dar detalles, quedó ahí, no pasó a ser grave, es complicado cuando estás bajo presión, pero son situaciones del fútbol. Aunque el episodio fue lamentable, quedó ahí", dijo por su parte Cristian Rodríguez.
"Felipe Melo generó toda la violencia. En el fútbol se gana y se pierde, pero no nos podemos permitir estos desbordes", declaró a Sport 890 el presidente Juan Pedro Damiani.
"Los jugadores fueron a la tribuna para intentar apaciguar. Felipe Melo armó el lío cuando le pegó a Mier un golpe de puño. Es todo lamentable, vinimos a vivir una gran fiesta", agregó.
"No creo en una sanción para el Campeón del Siglo. Hablé con Héctor Baldassi que lo conozco y con el veedor y me dijeron que fue un problema entre jugadores", concluyó.
"Los brasileños te quieren llevar de vivo, de pesado. Trajeron 30 seguridad que en vez de separar le pegaban a todo lo que se movía y cuando aparecen los jueces o los veedores se hacen los buenitos", dijo por su parte el dirigente de
Peñarol Ignacio Ruglio a Sport 890.
"No entiendo por qué no entró la policía a la tribuna y no sé por qué dejaron ingresar a los
seguridad de
Palmeiras que ya se saben cómo actúan. Nos pueden sancionar por lo que pasó en la tribuna, pero no me parece adecuado porque se pudo haber evitado", dijo el directivo Gervasio Gedanke.