Los jugadores tuvieron que llegar cambiados y se fueron apenas terminó el partido
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25 de octubre de 2015 a las 19:05
El paso de los equipos grandes por las canchas chicas siempre deja su colorido. Si bien Belvedere, el escenario de Liverpool, tiene uno de los mejores pisos del fútbol uruguayo, el vestuario visitante no ostenta, de afuera, muchas comodidades.
Por eso, los jugadores de Peñarol tuvieron que llegar cambiados, para evitar que a la salida del plantel de Tercera División todos terminaran amontonados.
Apenas terminó el partido, pegaron la vuelta a Los Aromos.