Jorge Da Silva

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Polilla sigue pero con luz amarilla

El técnico le dijo a los jugadores que podía irse, pero luego de pensarlo el domingo, continúa; quedó preso de sus palabras ya que si no le gana a Boston River, seguramente se irá
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12 de septiembre de 2016 a las 05:00

Horas de charlas entre el presidente Juan Pedro Damiani y el vicepresidente Walter Pereyra con el director de Fútbol de Peñarol, Juan Ahuntchain el sábado en el Campeón del Siglo. Un diálogo íntimo de Jorge "Polilla" Da Silva con los jugadores esa misma tardecita en Los Aromos y algunas idas y vueltas. Todo porque se perdió y mal ante Wanderers.

Pero la jornada del domingo sirvió para que el entrenador decidiera seguir al frente del equipo.

"Muchachos, quería hablar unos minutos con ustedes acá en intimidad. Recién dije algo en la conferencia de prensa y se los quiero transmitir a ustedes. Estoy un poco cansado de recibir críticas, sé en donde estoy, en un club muy importante como Peñarol, pero aunque sé que la responsabilidad es mía, estoy pensando en irme del club. No lo tengo decidido, pero es una posibilidad que hasta ahora nunca había manejado".

Así fue cómo habló el Polilla Da Silva a la llegada a Los Aromos el sábado ya de tardecita, una hora y poco después de haber terminado el encuentro con derrota ante Wanderers y de hablar en la conferencia de prensa.

Luego de escuchar esto, no uno, sino varios futbolistas hablaron y le pidieron al entrenador que se quedara, que no tomara decisiones en caliente, que esto recién comienza y que todos lo apoyaban, al igual que sucedía con los dirigentes, según informó una fuente a Referí.

Da Silva los escuchó atentamente, se fue de la concentración hacia su domicilio y dejó pasar las horas, tal como le habían pedido los dirigentes en la intimidad del vestuario del Campeón del Siglo antes de que fuera a la conferencia en la que se lo vio totalmente demacrado y angustiado.

El domingo, antes de que se jugara el complemento de la fecha, Referí dialogó con un allegado al cuerpo técnico quien le confirmó que el Polilla estaba más tranquilo, que de noche hablaría seguramente de manera telefónica con Damiani, y que había decidido continuar en Peñarol.

Las de Da Silva y Damiani no son situaciones sencillas. El técnico viene de ser campeón, pero como contestó en la última pregunta está "cansado de que toda la culpa siempre es de Da Silva, pese a que venimos de ser campeones". No se ha logrado una química entre el hincha y el técnico pese a que ya ganó dos Campeonatos Uruguayos.

Lo de Damiani es doblemente complicado. Ya cesó a Pablo Bengoechea en enero pasado y ahora si hace lo mismo con Da Silva, habrá gente que dirá que no existe un proceso, que una vez más echó a un entrenador. Pero también estarán aquellos que se molestarán porque no lo echa. Así es el hincha.

Pero no solo eso. En esta oportunidad, el problema es doble porque en realidad no hay un buen sustituto en el horizonte, por lo que si el Polilla hubiera tomado el camino de irse, las horas subsiguientes habrían sido de muchísimo trabajo, luego de que se consiguió el aporte de 11 nuevos futbolistas para esta temporada.

Lo del Polilla no es de ahora. Se viene arrastrando con el tiempo. Cabe recordar que en la conferencia previa al partido decisivo con Plaza Colonia –en el que se consagraría nuevamente campeón uruguayo– había dicho: "Que esto no se estire más; queremos que se termine lo antes posible.Este ha sido un semestre raro para mí y estoy deseando que termine para replantearme una cantidad de cosas y si continúo en Peñarol, ver qué plantel armar para el semestre que viene. Ha sido un campeonato duro, difícil para mí como entrenador porque nunca tuve tantas dudas e inconvenientes para armar el equipo para el fin de semana. No es normal lo que nos ha pasado".

El sábado sobre la hora 20, dos horas y media después de terminado el partido y media hora luego de que terminara la reunión entre los dirigentes en el vestuario del Campeón del Siglo, el vicepresidente de Peñarol, Walter Pereyra había adelantado a Referí: "Nos comentó que estaba afligido por el resultado, por todo el esfuerzo que se venía haciendo y que lógicamente quería pensar tranquilo, que estaba muy amargado por las circunstancias. Todos le dijimos que pensara las cosas con mucha tranquilidad, esto recién comienza, todos los equipos dejaron puntos. Eso nos pareció lo más sensato y después fue a la conferencia de prensa".

Claro que como dice el dicho, esto puede ser "pan para hoy y hambre para mañana", porque con esa postura no tan firme del Polilla, en caso de no ganarle el domingo que viene a Boston River, es más que factible que dé ese paso al costado que esta vez decidió no dar luego de pensarlo más en frío. Porque además está claro que Damiani no lo va a echar.

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