River y Peñarol en partido intenso

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Peñarol y su grito de esperanza

Con fútbol y rebeldía, Peñarol dio vuelta el partido ante River Plate y se anotó un triunfo de valor superlativo en el debut de Jorge Fossati
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02 de febrero de 2014 a las 20:38

El triunfo, esa recompensa que le devolvió el fútbol y la rebeldía con la que Peñarol encaró su estreno en el Clausura, le brindó a Jorge Fossati la primera señal: podrá jugar bien o mal, pero de arranque estableció que no va a regalar nada en procura de conseguir sus objetivos. Y en ese rumbo que intenta asumir el equipo aurinegro, los futbolistas y el técnico parecen encontrarse en la misma sintonía. Tal vez no es mucho, porque brinda apariencia de que todo se hace dificilísimo, pero es un montón teniendo en cuenta el momento que vivía el club.

Peñarol debutó con una gran victoria, una de esas que brindan caricias al alma y fortalecen el espíritu, por el rival que tuvo a su frente, uno de los mejores equipos del torneo local y porque una vez más las adversidades promovidas por la mala fortuna habían puesto rápidamente al equipo de Fossati en el camino equivocado. Entonces, cuando un equipo remonta todo eso y expresa anímicamente y futbolísticamente lo que mostró el aurinegro, el hincha puede comenzar a soñar.

Empezó muy mal para Peñarol el partido. Tan mal como cuando Juan Castillo y Danilo Lerda recibieron goles increíbles en el último Apertura. Porque fue el equipo aurinegro el que despejó rápidamente el camino al triunfo a River Plate cuando tras otro error inconcebible del golero, a quien se le escapó la pelota de las manos en el área chica, Taborda puso el 1-0 a los 9’.
Inmediatamente los futbolista sintieron la presión. Sebastián Píriz entregó mal el balón toda la noche, Aguiar quedó envuelto en la seguidilla de errores de su socio en el medio, los laterales fallaron más de lo que acertaron y las cuatro situaciones que generó Peñarol, la mayoría de ellas para que Jonathan Rodríguez transformara en gol, terminaron lejos de la red.
Mientras Peñarol sufría la ansiedad propia de la desesperación, River Plate jugaba como sabe. Con sabiduría. Aprovechó las ventajas que le dio el rival. Almada le puso a Alaniz a la espalda de Baltasar Silva y el delantero se cansó de generar fútbol por el sector derecho. Al mismo tiempo, inteligentemente River cortó con faltas sistemáticamente cada vez que Peñarol podía salir rápido y aprovechar la velocidad con la que pretendía jugar el equipo de mitad de cancha para adelante.

En el complemento el técnico ajustó la fórmula. Primero mandó a Jorge Rodríguez por Lima, luego a Sergio Orteman por Píriz y finalmente a Mauro Fernández para dotar de más velocidad al ataque por las bandas. De todas formas, la mala fortuna todavía parecía jugar de amarillo y negro cuando a los 56’ Aguiar recibió dentro del área un centro de Silva, la bajó de pecho, tiró a colocar y el balón fue rechazado por el palo. La maldición de la Colombes, la misma en la que quedaron envueltos una y otra vez los goleros aurinegros.

El mérito de Peñarol pasó por seguir insistiendo, con velocidad por las bandas y la actitud de un equipo que nunca bajó los brazos. No jugó un fútbol exquisito, ni desarrolló la propuesta perfecta, pero le puso a sus aspiraciones el amor propio que exigen las grandes patriadas. Y así construyó la remontada del final, un poco por sus aciertos y otros por los errores de un River Plate que perdió la brújula cuando debía tener más control de la situación. Una corrida de Mauro Fernández estableció el empate a los 85’ y un penal bien sancionado por el árbitro, que Pacheco transformó en gol a los 90’, le dieron el triunfo a los aurinegros. Eso ya es mucho para un técnico que aún no tiene una semana de trabajo y que consiguió sacar lo mejor de un grupo que tiene mucho para dar. Por eso el grito de esperanza de un equipo que tendrá que sufrir todo el Clausura, pero demostró que tiene argumentos anímicos y futbolísticos para aspirar a grandes conquistas. De ellos depende.

River Plate 1 - Peñarol 2

Cancha: Estadio Centenario

Árbitro: Leodán González

River Plate: Damián Frascarelli; Claudio Herrera, Williams Martínez, Cristian González, Luis Torrecilla; Fernando Gorriarán, Claudio Inella, Hamilton Pereira, Martín Alaniz; Sebastián Taborda y Jonathan Ramírez. DT: Guillermo Almada.

Peñarol: Juan Castillo; Carlos Valdez, Darío Rodríguez, Damián Macaluso; Baltasar Silva, Sebastián Píriz, Luis Aguiar, Pablo Lima; Antonio Pacheco, Marcelo Zalayeta y Jonathan Rodríguez. DT: Jorge Fossati.

Cambios en River Plate: 30' Michael Santos x Jonathan Ramírez, 64' Gabriel Marques x Claudio Innella y 80' Cristian Techera x Fernando Gorriarán

Cambios en Peñarol: 45' Jorge Rodríguez x Pablo Lima, 51' Sergio Orteman x Sebastián Píriz y 64' Mauro Fernández x Jonathan Rodríguez.

Amarillas: 36' Sebastián Taborda (RP), 41' Sebastián Píriz (P), 43' Pablo Lima (P), 55' Claudio Innella (RP), 57' Jonathan Rodríguez (P), 59' Sergio Orteman (P), 79' Damián Macaluso (P), 82' Williams Martínez (RP), 89' Damián Frascarelli (RP).

Goles: 7' Sebastián Taborda (RP), 85' Mauro Fernández (P), 90' Antonio Pacheco (P) de penal.

Expulsado: 86' Sebastián Taborda (RP)

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