Será un partido prácticamente decisivo para
Peñarol, un punto de inflexión para el equipo de Leonardo Ramos porque juega en su casa del Campeón del Siglo ante Atlético Tucumán y solo le sirve ganar luego de haber perdido –y feo– en el debut de esta
Copa Libertadores ante Jorge Wilstermann.
Ramos apuesta a tres variantes, una en la zaga con el regreso de Hernán Petryk, una en el medio con la vuelta de Marcel Novick y otra arriba, con Mauricio Affonso por el suspendido Lucas Cavallini.
Pero más allá de los puntos, Peñarol se juega un partido distinto y es el de tratar de romper una historia negativa en su propia cancha.
Es que cuando debutó en lo internacional en el
Campeón del Siglo, ya estaba eliminado de la Copa Libertadores pasada y no se jugaba nada. El técnico de ese momento, el Polilla Da Silva, hizo variantes y jugó con varios suplentes, entre ellos, el arquero Damián Frascarelli, Fabrizio Buschiazzo y Nicolás Freitas entre otros. Perdían 3-1 y ganaron 4-3 sufriendo y faltando poco.
Después, en junio del año pasado, tenía todo para ganarle a Plaza y prácticamente coronarse campeón del Clausura y del Uruguayo, pero cayó en su casa y su rival dio la vuelta.
El último mal recuerdo fue la sorpresiva eliminación de la Copa Sudamericana en su propia casa ante Luqueño tras haber igualado 0-0 en Asunción.
Peñarol está obligado a ganar y esta noche será clave en el futuro.