Gastón Rodríguez

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Peñarol tiene el espíritu golpeado

El aurinegro ensaya la despedida del torneo y apunta a la Copa en la que se juega todo
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24 de abril de 2017 a las 05:00

El invicto se va. Peñarol fue el protagonista del segundo tiempo –sobre todo, tras el ingreso de Gastón Rodríguez– pero no alcanza. En el último minuto de adición, un centro de pelota quieta de Matías Mier desembocó en el empate de Cristian "Cebolla" Rodríguez para el 1-1 ante Plaza Colonia. Ahí se lo pudo ver a Leonardo Ramos, el técnico aurinegro, saltar como un niño festejando el empate. "Y algo es algo", habrá pensado en ese instante. Entonces el invicto se queda.

Pero todo indica que sirvió para eso solo. Da la sensación que el esfuerzo de todos estos meses servirá pero no para dar la vuelta, como que no alcanza. ¿Se terminó el Apertura? Es una gran posibilidad a falta de solo tres fechas. ¿Habrá que apostar solo a la Copa? El miércoles ante Palmeiras, Peñarol se juega mucho. Casi todo.

Es el final en el Suppici y todavía hay tiempo para que terminado el partido, el árbitro Javier Bentancor expulse a Gastón Rodríguez. Una nueva roja para el volante que aún no terminó de pagar la anterior y que ahora tendrá varios encuentros de suspensión.

Por eso, cuando están por ingresar al túnel tras saludar a los hinchas, el capitán Nahitan Nandez –de flojo partido esta vez– no aguantó a llegar al vestuario y lo increpó en caliente. "Son cosas que no pueden pasar, pero lo vamos a hablar en la semana", dijo tras el 1-1 el capitán en conferencia.

Peñarol dejó escapar dos puntos de oro ante el último de la tabla del descenso. Un club de apenas US$ 60 mil de presupuesto mensual. "Este empate vale oro para nosotros", contó a Referí el presidente de Plaza, Emilio Fernández, quien no estaba molesto por la igualdad que recibieron en la hora.

El equipo de Ramos regaló toda la primera parte en la que Plaza se defendió muy bien y apenas llegó en una ocasión. Pero los circuitos futbolísticos no funcionaban. Y sus jugadores ya comenzaron a molestarse porque no había alcanzapelotas. No es que el local no los pusiera para sacar ventajas con el tiempo, sino que no se pusieron de acuerdo con la empresa Tenfield debido a que esta pretendía que luciera sus espónsors. "No", le contestaron desde Colonia. Y una cuestión casi nimia terminó en el segundo tiempo con la expulsión de Marcelo Suárez, ayudante de Ramos, más una amarilla a Novick –quien ya había sido sustituido– por tratar de alcanzar un balón para sacar rápido, y encendió la chispa para la roja final de Gastón Rodríguez, quien le fue a reclamar tras el final al cuarto árbitro Jimmy Álvarez.

Pero en Colonia no solo faltaron alcanzapelotas. A Peñarol le faltó fútbol, ideas, gestación de juego. No tuvo un jugador como el juvenil seleccionado sub 20 Facundo Waller, enorme en toda la cancha y con un futuro gigante, autor de un gol insólito porque pateó de lejos no muy fuerte y se le fue entre las piernas a Gastón Guruceaga en un verdadero blooper.

Por si había alguna duda, una vez más quedó demostrado que quien más tiempo tiene la pelota no siempre es el que gana. Peñarol cayó en la maraña de la defensa rival y se quedó sin reacción, algo que no puede repetir el miércoles ante Palmeiras por la Copa porque, en ese caso, las consecuencias pueden ser enormes.

Peñarol se fue de Colonia con el espíritu golpeado. Fue un empate que dolió y mucho, más allá de haberlo empatado en el quinto minuto de adición. Fue una despedida adelantada por más que nada está dicho aún. Pero esos dos puntos que se quedaron de paseo por el oeste pueden ser decisivos en las próximas semanas cuando se liquide el campeonato.


DOS AFUERA EN DOS PARTIDOS

El volante aurinegro Guzmán Pereira recibió su quinta tarjeta amarilla el sábado ante Plaza Colonia, por lo que no podrá estar ante River el sábado que viene. Pero tampoco estará el miércoles contra Palmeiras ya que también está suspendido. Para ese encuentro, otros suspendidos son Ramón Arias y Gastón Rodríguez, quien tampoco estará ante River por ver la roja.


Emilio Fernández, presidente de Plaza, con una de las trantas plaquetas
Emilio Fernández, presidente de Plaza, con una de las trantas plaquetas
Emilio Fernández, presidente de Plaza, con una de las trantas plaquetas

EL FESTEJO DEL CENTENARIO DE PLAZA

Emilio Fernández, presidente de Plaza Colonia se mostró muy feliz por ser el titular pata blanca en el centenario del club. "Es algo que no esperaba. Es una alegría enorme porque soy hincha de toda la vida, soy dirigente desde hace nueve años, a estar más metido en el club cuando vivíamos otras épocas lamentablemente no tan buenas como esta. Estar hoy al frente de la institución es una responsabilidad muy grande. No me da ningún derecho a nada, al contrario, me da más responsabilidades y un sentimiento de felicidad. Estar en el festejo de nuestros 100 años, en el estadio Alberto Suppici quien fue el fundador de nuestro club, rodeado de gente, recibiendo a Peñarol, un grande de América y del mundo, es un orgullo muy grande", dijo el titular del club a Referí.

Los festejos comenzaron el viernes por la noche con una cena protocolar en la que estuvieron autoridades locales, el director nacional de Deportes, Fernando Cáceres, el cónsul argentino y diputados de Colonia. El sábado temprano "se hizo un pequeño homenaje en el cementerio local", dijo. "En realidad fue quienes pusieron la piedra para que nosotros lográramos estar en estos 100 años", agregó.

A su vez, el sábado por la noche se llevó a cabo una exposición sobre el centenario del club y luego una gran cena de "la familia pata blanca" con shows y regalos.

Consultado por Referí a la hora de tener que elegir a un futbolista de la historia de Plaza Colonia que lo haya sorprendido por su fútbol, Fernández dijo sin dudar: "Me quedo con Sergio Delfino. Es el equipier. Todos le dicen Chochi Delfino y se jugó una copa con su nombre ante Peñarol el año pasado. Fue un zaguero exquisito que jugó además de Plaza en Liverpool y en Peñarol. Es un señor. Ese es mi ídolo, siempre me sacaba una foto con él. Es el padre de todos nuestros jugadores cuando vienen de afuera. Él los cuida, los arropa y representa la esencia de Plaza: deportividad, buen fútbol y buena gente".

Suppici, técnico de Uruguay campeón del mundo en 1930 en Montevideo, fue el impulsor de este club. "Para nosotros es un orgullo tremendo porque no solo fue el entrenador de Uruguay, sino quien trajo el deporte a Colonia, la Plaza de Deportes, el béisbol, el fútbol y el primero que incluyó a las mujeres en la educación física. Es muy grande para nosotros", dijo.

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