Peñarol quiere apretar el acelerador

Son días diferentes los que se viven en Peñarol luego de una semana ajetreada en todo sentido (ver nota aparte).

No obstante, el equipo de Jorge Da Silva tiene que afrontar el sábado un nuevo compromiso por la actividad local ante Bella Vista antes de viajar dos días después hacia Buenos Aires para enfrentar a Vélez Sarsfield en un partido complicado por la Copa Bridgestone Libertadores, que dirigirá el brasileño Leandro Vuaden.

El técnico aurinegro tenía en mente hacer alguna rotación en el plantel –no necesariamente con Darío Rodríguez y Aureliano Torres–, sino, por ejemplo, realizar variantes en ofensiva y en la mitad de la cancha.

Esto último lo podrá hacer, ya que vuelve a la cancha en esta jornada Sebastián Cristóforo, luego de haber estado ausente contra River Plate por un golpe en una de sus rodillas.

El volante ocupará el puesto de Miguel Amado, quien tiene para tres semanas de recuperación.

En tanto, en defensa jugará por primera vez desde que regresó al club el Vasquito Aguirregaray por el lateral suspendido Alejandro González.

En donde no podrá hacer variantes entre los titulares Da Silva es en ofensiva. En principio, pretendía colocar a Carlos Núñez por uno de los dos de arriba –seguramente Marcelo Zalayeta que es quien más ha jugado– pensando, como se dijo, en Vélez.

Pero el mensaje de los dirigentes, que le llegó a través del gerente deportivo Carlos Sánchez acerca de priorizar el Uruguayo, fue muy claro y entonces volverán a jugar las dos torres arriba.

El rival será Bella Vista dirigido por Julio Ribas, campeón uruguayo como técnico con Peñarol en 1999. El conjunto papal –complicado con el descenso– viene de dos derrotas ante Racing y El Tanque Sisley, y la idea es cambiar la pisada a partir del sábado cuando regresarán al equipo jugadores importantes como Pilipauskas, Vanderhoeght y Freitas.

Son dos presentes distintos. Peñarol va por la punta; su rival, por empezar a sumar.