Con la misma falta de fútbol colectivo que en los últimos tiempos, pero con algunos rendimientos inidividuales para tener en cuenta y una mejora en los minutos finales, Peñarol le ganó 2-1 al campeón argentino Lanús, por la Copa Río de la Plata.
Peñarol volvió a mostrar una pobre imagen en el primer tiempo. Quizás no sea lógico exigir una gran demostración futbolística a esta altura de la temporada, cuando el equipo -hecho casi a nuevo- se está conociendo. Pero sí que tenga una intención, una idea. Eso, que tanto se le reclamó al equipo de Da Silva la temporada pasada, tampoco lo tuvo ahora, con todos los nuevos.
El equipo se paró con un 4-4-1-1, con la novedad de Hernán Novick parado unos metros más atrás que lo que había hecho Murillo en los partidos pasados. Da Silva resignaba peso en el área, con la idea de tener creación y de que Novick se juntara con Dibble y Urruti. Pero eso nunca ocurrió, y de hecho, Peñarol no tuvo un solo desborde en la primera pelota.
Desde el arranque la pelota fue de Lanús. Peñarol esperó con la línea de volantes recostada sobre su área, sin presión, por lo que el local tuvo libertad para llegar. La más clara fue una a los 35 segundo que pegó en el palo, pero tuvo varias hasta llegar al gol en contra de Valdez a los 36'. El aurinegro no cortaba en mitad de cancha, por lo que antes de crear juego se tenía que preocupar por un rival que hacía correr la pelota. Apenas hubo alguna jugada aislada de contra, con Dibble en velocidad o con Novick sacándose algún jugador de arriba.
De todos modos, de pelota quieta y a los 39', Peñarol encontró el empate: córner de Novick y cabezazo de Urruti.
En el segundo tiempo Lanús hizo 11 cambios, por lo que el partido se desnaturalizó y perdió ritmo. Peñarol no varió tanto, pero mostró algo interesante con Dibble como compañero de punta de Murillo (Rossi se paró por derecha y Albarracín por izquierda) y Costa (entró por Ángel Rodríguez) tomando protagonismo en la marca y lanzando. Al final, con Albarracín tirándose de aa ratos por derecha, haciendo la diagonal hacia adentro y encontrándose con Rossi, mostró tres jugadas seguidas de gol, y el ex Wanderers puso el 2-1.
A Peñarol le sigue faltando fútbol, pero -aunque los suplentes la hayan tenido más fácil en el segundo tiempo por los cambios de Lanús- varios mostraron cosas como para que Da Silva ya no tenga el once inicial tan claro.
Alex Silva duró apenas 20 minutos y salió lesionado tras recibir un golpe en su pierna derecha. Además, Guzmán Pereira salió sobre el cierre con una molestia muscular