Fue el inicio de un torneo nuevo, el que se afrontó con otra cara, con otro rendimiento muy superior al que se había visto hasta dos semanas antes.
Y por sobre todas las cosas, sin decir que fue una maravilla futbolística, sin caer en frases hechas o en lugares comunes, Peñarol demostró que es un equipo, que tiene plantel cuando algunos futbolistas importantes se lesionan.
Así sucedió cuando en pleno calentamiento previo se sintió nada menos que el Cebolla Rodríguez, uno de los motores que tiene Leonardo Ramos.
El estratega aurinegro apostó al ingreso de Gastón Rodríguez –a quien había enviado al banco de suplentes a priori– y este cumplió con su función como si fuera el propio volante de la selección nacional que se había quedado al margen.
Algo similar sucedió con la lesión de Yefferson Quintana un par de jornadas antes. Apostó por la dupla de Maximiliano Perg y el paraguayo Iván Villalba, y los dos cumplieron.
En la mitad de la cancha tuvo un muy buen nivel con Guzmán Pereira y Ángel Rodríguez, quienes manejaron todo a la perfección, como pocas veces lo habían hecho juntos.
"Los dos doble 5 jugaron muy bien, fueron el motor del equipo. Guzmán (Pereira) y Ángel Rodríguez, recuperaron, presionaron e hicieron jugar al equipo también", explicó Ramos tras el encuentro.
Esa fue una de las claves de Peñarol: que desde la mitad de la cancha se comenzó a ganar la pulseada y apareció el fútbol que se esperaba en ofensiva.
Porque allí se pudo ver un planteamiento inteligente con algunas sociedades que funcionaron muy bien y en las cuales Fénix cayó como si lo hubiera hecho en una telaraña y sin poder moverse hacia ningún lado.
Con Nahitan Nandez jugando por derecha como si fuera un puntero como los de antes y la dupla ofensiva con Junior Arias y, sobre todo, Diego Rossi, quien jugó uno de sus mejores encuentros desde que fue ascendido a Primera.
Se movió por todo el frente de ataque, no se ató a una táctica fija y con su tanto –el tercero– alcanzó cuatro goles en sus últimos cuatro compromisos con la camiseta mirasol.
Peñarol apabulló a Fénix, algo que casi nunca había hecho con ningún rival en el pasado Torneo Apertura, salvo aquel partidazo en el que paseó a Wanderers.
De no ser por Darío Denis, –tremendo arquero–, quien salvó seis situaciones claras de los aurinegros, la goleada podría haber sido histórica, porque su rendimiento fue óptimo, más allá de los goles que le convirtieron.
Peñarol comenzó el campeonato con todo: fútbol, goles, transiciones rápidas, gran marca en la mitad de la cancha y buenos rendimientos individuales y colectivos. Le descontó además dos puntos en la Anual a Defensor Sporting y quiere seguir así. El inicio fue alentador. Hay que ver si logra mantenerse.
JUEGA SIN GURUCEAGA
El próximo partido que disputará Peñarol será por la segunda fecha de este Torneo Intermedio y se disputará el próximo lunes teniendo en cuenta que será ante Boston River que jugará el jueves en Perú por la vuelta de la Copa Sudamericana. Debido a eso, se postergó para el lunes y en ese compromiso no estará Gastón Guruceaga quien viaja con la selección nacional.
NOVICK Y SUS 100 PARTIDOS
El técnico aurinegro, Leonardo Ramos, le dio cabida cuando terminaba el partido ante Fénix a Marcel Novick. Ya no quedaba nada, pero le dio la chance de celebrar su partido número 100 con la casaca mirasol y nada menos que en el Campeón del Siglo.
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