Peñarol, goleado y con un pie afuera

El gol que Javier Toledo convirtió a los 51” permitió imaginar que no todo estaba perdido para los equipos uruguayos en la Copa Bridgestone Libertadores. Sin embargo, lo que siguió a la falsa ilusión que generó la pelota en el fondo de la red de los mexicanos, fue la más pura expresión de un fútbol en crisis y que no encuentra en sus históricos exponentes las opciones para recorrer los caminos de América con la cabeza erguida sino siempre, partido a partido, con los clavados en el piso.

Jugó mal Peñarol, sin embargo, las atajadas de Castillo y los errores en la definición de los futbolistas de Santos Laguna, permitieron con muy poco a los aurinegros, hasta el minuto 77’, creer que aún tenían esperanzas de aspirar a un triunfo. No obstante, en dos minutos fatales, los mexicanos firmaron la goleada 4-1 y su clasificación en el grupo 8 como primeros en la serie.

Los aurinegros aún tienen chance matemática de clasificar, pero salvo un milagro, como los que ya no quedan, pueden avanzar a tercera ronda del torneo. El segundo lugar será para Arsenal.

Un paseo
La sacó regalada Peñarol en el primer tiempo, porque si bien antes del minuto de juego había aprovechado el hándicap que dio Santos Laguna y Toledo estableció el sorpresivo 1-0, de ahí en más sufrió por el buen manejo del balón de su rival y la velocidad de los delanteros, que una y otra vez dejaron en evidencia las carencias defensivas de los aurinegros.

La última línea de Peñarol con sus tres zagueros (ayer Valdez, Bizera y Macaluso, a los 22’ se lesionó e ingresó Darío Rodríguez) parecía un acordeón que se cerraba en el corazón del área para contener las llegadas de Oribe Peralta, y cuando controlaba que no le dañaran por el medio, se tenía que abrir porque Quintero, por derecha, y Rentería, por izquierda, castigaban sin piedad el arco de Castillo.

Entonces el partido transcurrió en un solo sentido, para el arco visitante, que en 45 minutos sufrió ocho situaciones de gol. De no mediar las intervenciones de Castillo y el palo, las diferencias a favor de los mexicanos debieron ser mayores.

El que más problemas tuvo para contener el juego de los mexicanos fue Nicolás Raguso, que solo le ganó una vez a Quintero en ese período. El colombiano fue el autor del empate a los 8’, después que el futbolista que iba sobre él lo dejó ingresar solo al área y Castillo poco pudo hacer para evitar la caída de su arco.

Si las diferencias hubieran sido mayores, nadie podía haber dicho nada.
En el complemento el partido ya no tuvo la intensidad del primer período. Sin embargo, Santos Laguna encontró la diferencia en el marcador a través de un gol de Orozco, a los 59’. A pesar de ello, Peñarol tuvo en los pies de Carlos Núñez, que debutó ayer en este 2014, la oportunidad de igualar.
Lo peor comenzaría a llegar después, cuando a los 64’ se lesionó Carlos Valdez. El técnico mandó a la cancha a Emiliano Albín, que pasó a jugar como carrilero, y mantuvo la línea de tres con Sandoval, Bizera y Darío Rodríguez.

Todo lo que Santos Laguna no pudo resolver en 77’, lo consiguió en dos ataques, cuando primero Quintero y, luego, Rentería, establecieron los dos goles que llevaron al 4-1 definitivo.

Se vuelve Peñarol goleado y eliminado de una Copa nefasta para los equipos uruguayos. Eliminado salvo que medie un milagro: que Peñarol le gane a Deportivo Anzoátegui en Montevideo y que Arsenal pierda sus dos partidos, ante los venezolanos y Santos Laguna. Y lo peor para los aurinegros no fue el 4-1, sino que para el torneo local suman dos bajas: Valdez y Macaluso.