Peñarol está obligado a levantar
La primera prueba de riesgo para Peñarol terminó como podía esperarse: con algunos minutos de buen juego y un segundo tiempo para el olvido.
Claro que el equipo de Jorge "Polilla" Da Silva tiene atenuantes porque se encuentra en plena pretemporada y enfrentó a un rival como Universidad de Chile que está afiatado en su fútbol porque ya comienza la competencia.
Esa es una diferencia considerable en cuanto a desgranar el juego del sábado a la noche.
Otro punto en contra de Peñarol –y que tampoco es menor– es que los futbolistas en su tercera semana de pretemporada, recién comienzan a aflojar las cargas en cuanto a lo físico.
Peñarol tuvo un comienzo dubitativo pero con el correr de los minutos, mejoró mucho su apuesta futbolística y jugó un primer tiempo más que aceptable.
Da Silva colocó entre los titulares a Nicolás Dibble, pero lo hizo jugar como volante por derecha. Lo probó en esa zona y prácticamente no gravitó ya que fue bien marcado. Esto hizo que Urruti jugara por izquierda.
La falencia más importante de Peñarol en esos minutos en los que al menos salían las cosas, fue la gestación de juego, algo que ya es endémico y que viene de antes. El equipo no tiene un futbolista que sea capaz de generar jugadas para que la pelota le llegue bien a los delanteros. Entonces Miguel Murillo y Diego Rossi pasaron prácticamente desapercibidos.
En el correr de todo el segundo tiempo y pensando en darle minutos a todos sus futbolisas, el Polilla Da Silva realizó ocho variantes lo que terminó de ser sustancial para que el rival retomara el protagonismo de aquellos primeros minutos y terminara goleando.
En esta época de pretemporada, el resultado suele ser lo de menos y lo más trascendente son las conclusiones que saca el entrenador.
El lunes viajan los equipos gallegos (Depor y Celta) a Montevideo y allí habrá al menos otros dos encuentros de fuste, por más que estos clubes están en la misma situación que los aurinegros y no con el ritmo que traía la U.
Maxi Olivera lesionadoMaximiliano Olivera terminó con un fuerte pisotón en la rodilla y salió lesionado, en tanto que Guzmán Pereira salió con el cuádriceps cargado.
MÁS MINUTOS PARA EL CAPITÁN
Carlos Valdez viene realizando un trabajo meticuloso con la sanidad y la parte física; antes de viajar a Solanas, entrenó siempre diferenciado. Ya en Maldonado, jugó 30 minutos contra la selección fernandina y el sábado lo hizo durante 65' contra Universidad de Chile. De a poco lo van soltando en lo físico y futbolístico y él mismo se va poniendo a tono. También se está empezando a conocer con Maximiliano Perg en la zaga central. Su experiencia es importante y es uno de los hombres fundamentales para Da Silva.
GUZMÁN HACE SUS PRIMERAS ARMAS
Guzmán Pereira fue el primer fichaje de Peñarol en esta temporada. No lo quería Universidad de Chile y le vino bárbaro que los aurinegros lo quisieran. Es un futbolista que aporta quite y buen juego en la mitad de la cancha. Por algo, es hombre de selección y el Maestro Tabárez se fijó en él. Hasta ahora demostró buena conexión con otro de los nuevos, Ángel Rodríguez, quien ha sido el que más rindió. Da Silva tiene mucha confianza en este volante que seguramente le dará una muy buena mano a Peñarol en esta temporada.
URRUTI ES UN TODOTERRENO
Luis Urruti ha mostrado en estos dos primeros encuentros y en las prácticas de fútbol, que puede jugar como punta o –como lo está haciendo ahora con el Polilla Da Silva– como volante externo. El técnico carbonero lo colocó tanto por derecha como por izquierda, como el sábado ante Universidad de Chile. Tiene proyección ofensiva, desborde, velocidad y gol. Si bien el entrenador lo pidió porque sabe lo que puede dar, también admitió públicamente que lo había sorprendido su rendimiento antes del sábado.
