Peñarol es dueño de sus sombras

Trece minutos. Peñarol ya gana 2-0. Pinta para goleada en un principio soñado ante Atenas, un equipo que se vio sorprendido.

A eso hay que sumarle un primer tiempo con fútbol, riqueza de matices, vibración emocional, toques, rotación, llegadas en profundidad.

Peñarol jugó sus mejores 45 minutos en mucho tiempo. Logró florearse ante un rival que fue menor, que apenas tocó la pelota, aunque nunca se amilanó.

¿Qué fue lo que sucedió? ¿Por qué el equipo de Fossati fue tan superior? Hubo una conmixtión de temas.

Por un lado, Diogo Silvestre volvió a ser el de las primeras dos fechas con desborde, juego en pared y llegada constante al arco rival. Fue determinante en la jugada del primer gol de Zalayeta.

Por otro, un enorme Japo Rodríguez quien manejó los hilos del mediocampo en cuanto a la gestación de juego. Sigue siendo importante en el andamiaje del equipo.

Pero la principal novedad y el que más frescura le dio al equipo fue Nahitan Nandez, ese juvenil del que Fossati había prescindido hasta ahora y lo pidió exclusivamente al técnico de la sub 20 para que no viajara a Chile con el combinado, debido a que lo podría tener en cuenta por los suspendidos Píriz y Marcel Novick ante Estudiantes el martes venidero por la Sudamericana.

Sus pases medidos, sus quites, su rebeldía, fueron trascendentes en ese rendimiento común.

Claro que hay que sumar el ida y vuelta de Zalayeta y lo que trató de hacer Hernán Novick en una posición –prácticamente como punta– que no es la suya.

Fue casi un monólogo de Peñarol. Mereció mejor suerte que un 2-0 en el primer tiempo.

Pero casi se cae la estantería. Porque en la segunda parte ya no se vio ese pressing asfixiante del principio. El aurinegro cedió terreno y pelota al rival con el peligro que ello conlleva.

Atenas comenzó a animarse con el fútbol de Leandro Sosa y el movimiento constante del único punta Santiago Barboza. Se animaba y se animaba.

Hasta que a los 59 minutos, el árbitro Fuentes entendió que hubo intención en un tiro que pegó en la mano de Nandez. Barboza anotó el penal y Peñarol ahora estaba 2-1.

Eso pareció un mazazo para el equipo de Fossati que se perdió en la cancha, que se olvidó de todo lo bueno del período inicial.

A veces cuesta creer que un equipo de las características de Peñarol caiga en esos baches que parecen no tener fin. Pero es así.

Con el paso de los minutos, Atenas era el dueño de las acciones y del peligro. Tanto fue así que el arquero Migliore comenzó a hacer tiempo cuando sacaba del arco. Si los carolinos hubieran tenido más peso específico de mitad de cancha hacia arriba, perfectamente podrían haber al menos empatado.

Fossati colocó a Orteman y luego a Píriz –para terminar jugando con tres volantes de marca ¡ante Atenas!– y este último, ni bien ingresó a los 85’, estampó el 3-1 y la tranquilidad. Al final, Zalayeta colocó la goleada para la estadística.

Peñarol se llevó tres puntos trascendentes, pero es dueño de sus propias sombras, porque no puede tener un bajón tan pronunciado como este. Si lo repite, lo va a pagar muy caro.

PEÑAROL 4
Pablo Migliore 6
Darío Rodrígu|ez 5
Gonzalo Viera 5
Damián Macaluso 5
Alejandro Silva 4
Nahitan Nandez 7
Diogo Silvestre 6
Antonio Pacheco 5
Jorge Rodríguez 6
Marcelo Zalayeta 6
Hernán Novick 6
DT Jorge Fossati