Para la AUF es “imposible hacerse cargo de la seguridad”

Uno de los cinco neutrales de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) explicitó lo que los demás sugerían: “Para los clubes y la AUF es imposible hacerse cargo de la seguridad” en los estadios. Y, aunque es imposible, lo debe hacer igual, porque no ha llegado a un acuerdo con el Ministerio del Interior para que sea la Policía quien tome las riendas en el asunto.

“Es un tema que se ha planteado desde hace mucho tiempo. Para el Ministerio del Interior (un partido de fútbol) es un espectáculo privado, y por lo tanto se tienen que hacer cargo los privados de la seguridad. Desde la AUF, no tenemos la misma visión: si bien es un espectáculo privado, tiene una trascendencia pública que hace que para los clubes y la AUF es imposible hacerse cargo de la seguridad”, dijo el neutral Anibal de Oliveira a El Observador.

Tras meses de debates y negociaciones, la situación en las tribunas permanece en un limbo.

Después de 10 días sin sesionar, anoche se reunieron los cinco neutrales de la AUF. Pero, lejos de que el tema de la violencia en el fútbol ocupara el primer lugar en la agenda, evaluaron además la situación de la selección uruguaya en las Eliminatorias y trabajaron sobre la participación de la selección sub 17 en el torneo Sudamericano.

De Oliveira negó que el protocolo de seguridad en el deporte firmado por la AUF y los ministerios del Interior y de Deportes en 2007 haya caducado, como expresaron fuentes del gobierno a varios medios de prensa. “Podrá haber alguna situación puntual que haya provocado la conmoción en la opinión pública, pero de ahí a que el protocolo no se cumpla, estamos lejos”, dijo el neutral.

Las situaciones puntuales se han acumulado en, al menos, los últimos 35 días. El 26 de febrero, hinchas de Vélez Sarfield de Argentina destrozaron varios palcos de la tribuna América, por una serie de fallas en el operativo policial.

El 6 de marzo, el juez Homero Da Costa procesó a un barra de Peñarol que tenía, además de un kilo de marihuana y seis antecedentes penales, 50 entradas que, tras un pasamanos, habían llegado de regalo desde el jefe de seguridad de Peñarol, Washington Vega. En el juzgado, Vega declaró que el Ministerio del Interior entregó entradas a barras de Peñarol para partidos de Uruguay. La información fue confirmada por el ministerio, que suspendió esa práctica.

El 23 de marzo, parte de la barra brava de Nacional, con uno de sus líderes a la cabeza, Jesús Ramón, alias “El Gordo Ramón”, funcionario de la institución, presionó a un grupo de jugadores para que metieran más y el episodio terminó con puñetazos entre los barras y personal de seguridad del club.

Al día siguiente, el presidente de Peñarol, Juan Pedro Damiani, le dio un puñetazo a un hincha que lo increpó en el estadio.

El viernes, la tribuna Ámsterdam, donde se ubicó la barra brava de Peñarol, fue un caos. Hubo dos robos, uno de los cuales terminó con un hincha apuñalado. Luego, un grupo de hinchas apedreó a policías que pretendían ingresar al talud para evitar que en esa zona colgaran banderas. Los agentes se retiraron. Además, la Policía abandonó la puerta de ingreso al estadio y un hincha, a prepo, entró con dos perros al estadio. José Luis Otero, jefe del personal de recaudación de la AUF, dijo a El Observador: “La Policía abandona el lugar faltando 10 minutos y nosotros quedamos regalados en las puertas. Según la AUF los policías están contratados hasta el final del partido, pero se ve que hubo algún tema de coordinación, y no es la primera vez que sucede”.

Por su parte, Ernesto Irurueta, director nacional de Deportes, dijo que la AUF debe denunciar esto y coincidió con De Oliveira en que el protocolo sigue vigente. De todas maneras, reconoció que lo que pasó el viernes en la Ámsterdam “es medio kafkiano”

Tras el receso de Semana Santa, la comisión de prevención de la violencia en el deporte se reúne mañana para estudiar cómo sigue esta historia. l