Liverpool se fue al descenso. Pero es una institución saneada. No tiene deudas con sus jugadores. Tiene de las mejores infraestructuras del fútbol uruguayo. Genera talentos en juveniles y los negocia con independencia de intermediarios. Defiende sus derechos como pocos. Y en todo eso mucho tiene que ver su cabeza dirigencial: José Luis Palma.
Nació en el Cerro, fue tambero, boxeador amateur campeón nacional de novicios de los pesos pesados en 1976 y llegó a la presidencia de Liverpool en 2001. Tomó al equipo en Segunda División, lo saneó y lo devolvió a Primera como una institución modélica.
Le quedó en el debe lo futbolístico. Afinar la política de refuerzos, pelear títulos y al final zafar del descenso tras una pobre temporada 2013-2014. Pero la prensa igual le reconoció a Palma su manejo coherente y su gestión profesional. l
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