Pablo Silva, la revancha del 9 de Danubio

Pablo Silva comenzó este sábado un nuevo ciclo en su carrera: Danubio, al que define como un "grande, una gran vidriera y una enorme posibilidad". A los 32 años, uno de los goleadores del Uruguayo Especial 2016 (ocho tantos con Villa Española) llegó a expreso pedido de Gastón Machado para jugarse una revancha.

¿Por qué? Porque en 2007, cuando Julio Balerio no lo tuvo más en cuenta en Rentistas llegó a la Tercera de la Franja de la mano de Luis Matosas, ayudante de Gustavo. Estuvo un mes pero se quebró el quinto metatarsiano.

"Me atendí en salud pública y al tiempo, como se venía el período de pases, me saqué el yeso para apurar la recuperación. Salí a correr por los canteros de Giannatasio hasta que un día pisé una piedra y me quebré el mismo hueso. Me quedé tirado en la ruta y esperé: alguien iba a pasar. Al rato pasó un amigo y le pedí que me viniera a levantar en moto", contó a Referí en noviembre de 2016.

Después de ser goleador con Villa Española, jugó el primer semestre de este año en Comunicaciones de Guatemala: "Me fui el 3 de enero, fue una buena experiencia aunque como me esperaba en materia de cantidad de minutos. Me desagarré el cuadriceps y ya había arreglado viajar a Uruguay para el nacimiento de mis hijos. De 22 partidos jugué solo 9 partidos e hice 4 goles. En lo personal me pudo ir mejor, pero el equipo no anduvo bien, tuvo tres cambios de técnico y eso nos condicionó", contó a Referí.

Si bien tenía contrato por un año más, el nuevo entrenador, Ronald González de Costa Rica, echó a todos los extranjeros. Silva tuvo una oportunidad para jugar en el ascenso de México para al final terminó en Danubio.

"Cuando salí goleador, (Gastón) Machado en Wanderers ya había pregunta por mí, pero en ese momento me servía irme afuera y él todavía no había renovado en Wanderers. Estando allá me llamaron de Danubio porque estaba en la lista de posibles refuerzos. Danubio me tiró por lo que es el equipo, divino para jugar. Es otra vidriera, además de tener la posibilidad de estar cerca de la familia", comentó.

"Quiero aprovechar esta la oportunidad en Danubio que es un grande; hice la mayor parte de mi carrera en el ascenso y creo que me sienta mejor el fútbol de la A que el de la B porque no hay tanta lucha y yo tiro muchas diagonales para aprovechar el espacio", explicó.

Los mellizos Tadeo y Manuel ya tienen cinco meses y la casa en Lomas de Solymar ya está terminada desde fines del año pasado.