Sufriendo al límite y levantando un 5-4 cuando su rival sacaba para partido, Pablo Cuevas venció al italiano Lucio Vanni por 6-4, 6-3 y 7-6 (7-4) y desde el lunes estará alrededor del puesto 23, la mejor ubicación de un uruguayo en la historia, superando el 27 de Diego Pérez.
Además, ese ranking le permitirá desde mañana ser el mejor tenista latinoamericano.
La final fue muy entreverada, y quizás el peor partido del uruguayo en el torneo. Luego de un sólido primer set que se llevó 6-4, la raqueta número 1 de Uruguay se desconcentró y bajó su nivel en el segundo. Su porcentaje de primer servicio (que en el primer set fue del 100%) se derrumbó, así como los golpes angulados que complicaron a Vanni en el primero, lo que aprovechó el italiano para conectar buenos golpes y llevarse el set 6-3.
En el tercero los dos sintieron los nervios, y Cuevas llegó a ir perdiendo 5-4 y el italiano con el saque. Pero Vanni sintió el peso de conseguir su primer título de la historia, y ya no conectó tantos winners. Cuevas aprovechó el momento para mostrar su rebeldía y recuperar el quiebre.
En el tiebreak, Cuevas arranco en ventaja un quiebre, y luego dos, lo que le dio aire para volver a manejar el juego y llevarse finalmente el desempate por 7-4.
Con la victoria, además, Cuevas estiró una racha impresionante. Desde Bastad 2014 lleva 30 victorias y una sola derrota sobre polvo de ladrillo.
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