Las manchas de huevos en el parabrisas del ómnibus de Uruguay eran evidentes. Otra vez los peruanos agredieron a la selección celeste durante el traslado desde el hotel al estadio Nacional de Lima.
Cuando Uruguay arribó a la capital peruana el bus en que se trasladaron los jugadores recibieron huevazos desde la calle. El jueves por la noche, decenas de personas se apostaron frente al hotel para no dejar dormir a los futbolistas. Cantaron, gritaron y bailaron. Y ahora, otra vez aparecieron los huevazos.
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