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Violencia sin fin en Rosario: lo mataron de nueve disparos a horas de casarse
Héctor Raúl Figueroa, de 43 años, padre de dos chicos, estaba a horas de casarse con su pareja, que, al igual que él, estaba al volante de un taxi y trabajaba en las peligrosas calles de Rosario, pero, lamentablemente, una bala tiró por la borda esos sueños.
"Los dos son taxistas, habían sacado la chapa nueva y estaban planeando un casamiento austero. Trabajaban entre los dos el taxi y con eso sostenían su vida. Dejaron a dos pibes sin papá”, fue la conmovedora declaración de José Iantosca, titular de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis (Catiltar), en una entrevista con el diario rosarino La Capital.
Vale destacar que este crimen activó señales de alerta porque es algo que se viene repitiendo bastante con el correr de los días. Además, los resultados preliminares indicaron que las nueve balas utilizadas para acribillarlo pertenecen a la Policía de Santa Fe.
Es el cuarto chofer asesinado en un mes
A pesar de que el asesinato de Figueroa conmocionó a toda la comunidad, en la noche del miércoles, otro taxista ha caído víctima de la violencia desatada en las calles de Rosario. Se trata de Diego Alejandro Celentano, de 32 años, recibió cinco disparos en Alvear y Garmendia, en un sector conocido como "La Mandarina". La situación es aún más preocupante ya que, en todos los casos, las víctimas fueron atacadas mientras estaban en servicio, y no parece haber habido un robo previo.
El hecho de que los dos últimos taxistas asesinados fueron atacados a la misma hora, alrededor de las 23:00, y que se encontraran zapatillas al lado de sus vehículos, plantea interrogantes inquietantes. Las vainas servidas encontradas en ambos lugares llevan la inscripción “PSF”, indicando que pertenecen a la Policía de Santa Fe. Estos detalles, junto con la cercanía de los ataques al domicilio del jefe de la Policía provincial, generan aún más incertidumbre sobre la naturaleza de estos crímenes.
A partir de esto, distintos grupos de taxistas han llevado a cabo protestas y cortes de calle frente a lugares simbólicos como el casino City Center y la sede de Gobernación. Exigen respuestas y seguridad por parte de las autoridades para poder ejercer su trabajo sin temor a perder sus vidas. Los taxistas y sindicatos han planteado la hipótesis de que estos ataques podrían ser un mensaje de los presos de alto perfil, en respuesta a las recientes acciones del gobierno provincial dentro de la cárcel de Piñero.
