Un vehículo de la OTAN fue atacado cuando patrullaba una zona al norte de Kosovo

Si bien no se reportaron heridos y el vehículo no sufrió daños, el incidente se produjo en un momento de crecientes tensiones en la región entre las autoridades serbias y kosovares. La disputa comenzó inicialmente por la prohibición de que los vehículos serbios circularan por Kosovo con matrículas serbias.

No se brindaron más detalles sobre el incidente y la OTAN no comentó desde dónde se habían producido los disparos.  La alianza militar atlántica ha reforzado su presencia en el norte de Kosovo para mantener la frágil paz, con más de 3.700 soldados.

Algunos medios serbios informaron que habían estallado "peleas" después de que las autoridades kosovares intentaran desmantelar una barricada erigida por los serbios locales.

La policía de Kosovo negó la versión en un comunicado en su página de Facebook y dijo que sus oficiales no habían estado involucrados en ningún enfrentamiento.

Los últimos incidentes comenzaron el 10 de diciembre, cuando los serbios étnicos en Kosovo comenzaron a erigir barricadas en las regiones con mayoría serbia para protestar por el arresto de un expolicía a quien la fiscalía acusa de haber llevado a cabo un atentado con bomba en las instalaciones de la comisión electoral en North Mitrovica. Los bloqueos de carreteras al norte de Kosovo han obstaculizado el tráfico entre ambos países.

Por su parte, el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, envió al general Milan Mojsilovic, jefe del ejército del país a la frontera con Kosovo, según informes de los medios serbios.

El jefe del ejército partió hacia la ciudad de Raska, ubicada a unos 10 kilómetros de la frontera con Kosovo, luego de reunirse con el presidente Vucic y declaró al canal de noticias Pink TV que la situación en la frontera es “compleja” y requiere “la presencia del ejército serbio, cuyas tareas son precisas y claras y se cumplirán por completo”.

 Las últimas tensiones entre Pristina y Belgrado que se derivan de una disputa sobre la prohibición de matrículas llevaron a cientos de alcaldes locales, jueces y policías a renunciar a sus cargos como forma de protesta.

Como resultado, Pristina convocó a elecciones locales para el 18 de diciembre, pero el principal partido político serbio dijo que las boicotearía y a continuación los serbios étnicos de Kosovo comenzaron a establecer barricadas en los principales cruces fronterizos con Serbia.

Luego de la presión de los Estados Unidos y la Unión Europea, el presidente de Kosovo, Vjosa Osmani, retrasó la votación hasta el 23 de abril. El cambio de matrícula también se suspendió.