Un día más en la oficina para Alcaraz: remontada extraordinaria y finalista en Cincinnati

Alcaraz comenzó sin poder controlar las devoluciones ante el saque de Hurkacz, que empezó siendo arrasador y quebrando el servicio en el segundo game del primer set.  Algo dentro de todo normal. La realidad es que al murciano le costó los arranques de todos los partidos del Master 1000 de Cincinnati y este no fue la excepción. 

Muy completo el inicio de partido de Hurkacz. Cubrió muy bien los espacios, se movió para todos lados, impidió que el español se plante y empiece a distribuir con facilidad. Dio la sensación de que el polaco jugó a devolverle la pelota a Alcaraz y esperar a la mejor oportunidad para atacar y lastimar.

En el segundo set, tras caer 6-2 en el primero, Alcaraz empezó a leer e interpretar mejor las jugadas, lo que le permitió comenzar a sumar puntos extraordinarios.

Alcaraz en ciertos puntos encontró un equilibrio que complicó al polaco, pero en momentos determinantes estuvo más firme Hurkacz. El murciano mejoró mucho su rendimiento, peleando a capa y espada todos los puntos. El partido se tornó mucho más entretenido y disputado con el correr de los minutos, pero Carlitos nunca pudo descifrar los servicios del polaco, quien completó 10 aces. 

Una decisión garrafal de Hurkacz le dio una vida más a Alcaraz. Tuvo punto para partido, pero el polaco malogró dos puntos consecutivos y el número 1 del mundo igualó el partido 5-5.

Ambos se aferraron a su servicio para ganar un set más cada uno, por lo que el encuentro quedó igualado 6-6 en el segundo set, forzando el tie-break.

En el tie-break Alcaraz fue arrasador. Sumó 16 ganados y solo 5 perdidos. Sacó a relucir todo su talento y demostró porque es el número 1 del mundo. El murciano ganó 7-4 y forzó el tercer set.

Comenzó firme el tercer set Carlitos, con el envíon anímica y la confianza por los cielos luego de la remontada que había conseguido. El punto clave de la tercera manga fue cuando Alcaraz logró quebrarle el servicio al polaco en el cuarto game. Ahí, ganó medio partido.

Dicho y hecho: el murciano no tuvo piedad, remontó un partido extraordinario ante Hubert Hurkacz, se metió en la final del Master 1000 de Cincinnati, donde enfrentará al ganador de Novak Djokovic y Alexander Zverev, y se aseguró la cima del ranking ATP de cara al US Open, independientemente del resultado de la final.