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Último "bosquecito" de Carrasco se remató por US$ 1,5 millones
El "bosquecito" que mantenía en vilo a los vecinos de Carrasco finalmente se remató y el espacio verde en la esquina de Lido y Bazurro dejó de estar en manos de la Intendencia de Montevideo. El predio arbolado al costado de las canchas de la Fuerza Aérea fue adquirido este mediodía por un particular a US$ 1.570.000, según confirmó a El Observador el presidente de la Asociación de Rematadores, Pablo Ponce de León.
El día antes de la subasta, la comuna había echado por tierra un recurso administrativo de reposición presentado por los vecinos, representados por los abogados Marcelo Marchesano y Mónica Voss. Los vecinos habían cargado contra las resoluciones que habilitaban a la intendencia a rematar el terreno, alegando que eran actos "ilegítimos y lesivos" y pidiendo la "suspensión transitoria" de la subasta dado el corto tiempo con que tomaron noticia de ella.
La intendenta Carolina Cosse y la secretaria general Olga Otegui firmaron este lunes la resolución para levantar el efecto suspensivo que generaba ese acto administrativo. La comuna alegó que la suspensión del remate causaría "perjuicios económicos de entidad y de carácter inmediato" para la administración, "afectando impostergables necesidades del servicio".
El espacio verde es el último de esa manzana que permanecía en manos del gobierno departamental, luego de que se hubieran fraccionado en el año 2008. En aquella fecha los vecinos se juntaron con quien era el director de Planificación, Julio Battistoni, y le escribieron una carta al intendente Ricardo Ehrlich.
La esquina de Bazurro y General French, que era un espacio verde y con árboles similar al de Lido, tiene hoy la forma de un complejo de 21 apartamentos, tres pisos de alto, garajes, piscina y un perímetro enrejado. Lo mismo sucedió en padrones aledaños, en una zona que tiene alta demanda por desarrollo inmobiliario, según han contado los propios empresarios.
El terreno verde que se parece a un bosque al alcance de la ventana es en este caso el último punto de un malestar de mayor escala. Pese a que la contribución inmobiliaria de esos vecinos –una de las más altas de Montevideo– incluye un adicional por drenaje pluvial –que es el 10% de la contribución urbana–, nunca llegó a instalarse en ese entorno la tubería y las bocas de tormenta, y los vecinos se quejan por un pago que no conlleva contraprestación alguna.
El tema es que el predio funciona como drenaje natural en un entorno en que las calles tienden a inundarse. “Donde había un pasto que absorbía el agua, ahora va a haber cemento”, había declarado la alcaldesa del Municipio E, Mercedes Ruiz, quien había dicho a El Observador: “Desde que asumí estoy pidiendo esa solución; es la zona con los tributos más caros de Montevideo y no tienen saneamiento ni pluviales”.
