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Según YPF, sus combustibles deberán aumentar un 10% más
Durante su presentación trimestral con inversores, los directivos de YPF revelaron que la empresa líder en el mercado local estima que aún falta un aumento del 10% en el precio de la nafta y el gasoil en surtidores para alcanzar el objetivo de un precio de “paridad de importación”. Este pronóstico se basa en la necesidad de ajustar los precios para equipararlos al valor de importar el petróleo, considerando también las actualizaciones previstas del impuesto a los combustibles y el traslado de la devaluación.
Según datos de la petrolera estatal, hacia finales de octubre del año pasado, el precio en sus combustibles estaba un 28% por debajo de la “paridad de importación”. Sin embargo, este porcentaje se redujo al 8% en diciembre pasado debido a una ola de aumentos, que continuó en febrero con un incremento del 2% en el dólar oficial. Como resultado, la brecha volvió a ampliarse al 10%.
El viernes pasado, las petroleras aplicaron un aumento promedio del 7,5% en sus combustibles debido a la primera de tres actualizaciones mensuales previstas para el impuesto a los combustibles líquidos correspondiente a marzo, y la evolución del tipo de cambio. Con este ajuste, YPF llevó la nafta súper a $800, la premium a $987, el gasoil a $843 y el euro a $1.073 en la Ciudad de Buenos Aires, según el sitio web Surtidores.
La Secretaría de Energía, bajo la conducción de Eduardo Rodríguez Chirillo, ha permitido a las empresas ajustar sus precios para alinearse mejor con las necesidades financieras del sector, considerando el precio de exportación de crudo y la importación de combustibles. Según YPF, esto podría traducirse en un valor de entre USD 1 y USD 1,20 por litro de nafta súper para los usuarios, utilizando el dólar oficial de $845,50.
El impacto de estos aumentos se ha reflejado en una disminución del consumo y una migración de los consumidores hacia precios más convenientes. En enero, las ventas de combustibles registraron una caída del 5,8% respecto al mismo mes del año anterior, siendo la peor desde febrero de 2021. Las ventas cayeron en todas las jurisdicciones de Argentina, excepto en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde YPF logró aumentar su participación en el mercado hasta alcanzar el 58,3%.
