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Santa Fe reconoció "fallas" en el operativo de seguridad del partido entre Rosario Central y Peñarol
Las imágenes de los hinchas de Rosario Central arrojando las vallas de seguridad a la parcialidad de Peñarol y la respuesta de parte de los hinchas uruguayos con bengalas a los rosarinos dieron vuelta el mundo. En ese marco, desde la provincia de Santa Fe señalaron que la Conmebol no quería efectivos policiales en las tribunas, aunque reconocieron errores propios en el operativo de seguridad.
En diálogo con Cadena 3 Rosario, el director provincial de Seguridad en Eventos Masivos Fernando Peverengo explicó que al diseñar el operativo de seguridad para un evento de estas características, en general hay tres momentos puntuales en los que se pone el foco: el ingreso de los hinchas, el encuentro, y la desconcentración. En ese sentido, apuntó que los focos de conflicto, los cuales “preocupan a las autoridades”, se dieron en el interior del Gigante de Arroyito.
“En la parte alta se habían dispuesto unas vallas para quitar cuatro o cinco escalones y protección a las personas de abajo. Eso se desbordó y también a la seguridad privada”, comentó. Luego, por decisión de la provincia “se intervino y se puso policía para llevar a la normalidad”. “No sé si en el segundo tiempo Conmebol permitió que pusiéramos efectivos. Decidimos hacerlo y punto”, continuó.
"Desde ya que hubo una falla en el operativo, sino no estaríamos hablando de esto. Obvio que hubo errores”, planteó. Del mismo modo, remarcó que Santa Fe se adecuó a “los pedidos de Conmebol”. En otro pasaje de la entrevista, Peverengo explicó por qué no se utilizó la histórica malla que se colocaba para preservar a los hinchas visitantes: “Se entendió que con el vallado iba a haber una distancia para preservar la seguridad de las personas y la cobertura estaba colocada también sobre el alambrado que fue retirado”.
“Tenemos filmaciones y vamos a pedir las cámaras del club para identificar a estas personas y ponerles el derecho de admisión”, concluyó sobre quienes tiraron las vallas contra la parcialidad visitante y el plateista que arrojó una piedra a Maxi Olivera, jugador de Peñarol.
