Ruglio golea al último mandato de Damiani en cantidad de entrenadores: 7-4

Ruglio fue electo presidente de Peñarol el 5 de diciembre de 2020 y asumió funciones el 16 del mismo mes. 

Por entonces, el entrenador era Mario Saralegui, quien había sido designado en agosto de 2020 luego de que Jorge Barrera decidiera cesar a Diego Forlán, tras una derrota contra Wanderers en el Campeón del Siglo. 

Sandro Pereyra / POOL / AFP

Saralegui tenía contrato hasta el 31 de diciembre por lo que dirigió sus dos últimos partidos, incluido el primer clásico ganado en el Campeón del Siglo con agónico gol de Ariel Nahuelpán, bajo el mandato de Ruglio. 

El entrenador no fue cesado, pero su contrato no fue renovado y Peñarol apostó por Mauricio Larriera con una nueva estructura deportiva dirigida por Pablo Bengoechea. 

Peñarol

Larriera renunció en agosto de 2022 y Ruglio apostó por Leonardo Ramos al que se le hizo contrato por un año y medio. 

Diego Battiste

Sin embargo, en noviembre, cuando se terminó el Clausura, Ruglio decidió cesarlo.

@OficialCAP

Este año se apostó por Alfredo Arias, quien asumió funciones en diciembre del año pasado. En junio, tras la derrota contra River Plate en el Torneo Intermedio (segunda fecha), Ruglio lo destituyó y apostó por un hombre de la casa: Darío Rodríguez. 

Pablo Benítez

La transición entre la salida de un entrenador y la llegada del nuevo tuvo a Juan Manuel Olivera, entrenador de Tercera, como técnico interino en la tercera fecha del Intermedio contra Wanderers. 

Foto: Leonardo Carreño.

Este jueves, a la hora 17.00, el consejo directivo de Peñarol definirá quién será el técnico interino para jugar este domingo (hora 16.30, estadio Jardines del Hipódromo María Minchef de Lazaroff) contra Danubio. Todo apunta a que vuelva a ser Olivera, con lo que serán siete los técnicos al cierre de la gestión de Ruglio. 

De los seis entrenadores, Ruglio no le renovó el contrato a Saralegui y cesó a Ramos y Rodríguez, aceptándole la renuncia a Larriera. 

El presidente dijo este miércoles que serán las autoridades electas el sábado las que se encargarán de definir al nuevo entrenador para cerrar el Clausura e ir por el Campeonato Uruguayo, instancia en la que Peñarol ya está clasificado tras haber ganado con Arias el Apertura. 

Con los seis entrenadores que lleva bajo su mandato (serán siete el domingo más allá de que se repita el nombre de Olivera), Ruglio dobla a Juan Pedro Damiani, quien en su último período al frente del club (diciembre 2014 a diciembre de 2017), tuvo a cuatro entrenadores. 

Damiani comenzó aquel período designando en diciembre a Pablo Bengoechea como DT. 

El actual director deportivo del club ganó el Clausura 2015, perdió la final del Uruguayo 2014-2015 en final con Nacional (2-3), ganó el Apertura 2015 y fue cesado en enero de 2016 tras perder 3-1 un clásico de verano con Nacional. 

En su lugar llegó Jorge Da Silva que cumplió con el objetivo de ganar el Uruguayo 2015-2016 en final contra Plaza Colonia. No ganó el Clausura y soportó la primera vuelta olímpica en el Campeón del Siglo -que la dio Plaza Colonia, campeón del Clausura 2016- pero sí ganó la final en el Centenario. 

Su pésimo Uruguayo Especial 2016 hizo que fuera cesado en octubre. 

El entonces coordinador de formativas Fernando Curutchet asumió el cargo en forma interina y cerró esa temporada. 

En diciembre de 2016, Damiani acordó la contratación de Leonardo Ramos, cuyo cargo tambaleó luego de un pobre Torneo Apertura. 

Sin embargo, en vez de cesarlo, Damiani se decidió a escuchar a todas las voces del consejo directivo, luego de perder un clásico amistoso con Nacional, por la Copa de Campeones Uruguayos, donde el tricolor ganó 1-0 con gol de Sebastián Rodríguez, actual jugador de Peñarol. 

El presidente abrió la billetera y armó un súper equipo: Guillermo Varela, Fabricio Formiliano, Walter Gargano, Maximiliano Rodríguez, Lucas Viatri y Fabián Estoyanoff. 

Peñarol ganó de punta a punta el Clausura y en las finales superó a Defensor Sporting. 

Esa campaña fue clave para que el oficialismo se impusiera en las elecciones, resultando elegido Jorge Barrera. 

Estos fueron los entrenadores que pasaron bajo el último ciclo de Damiani. Curutchet fue interino y cuando terminó su función retornó a su actividad en juveniles, por lo que no fue cesado. Tampoco Leonardo Ramos que siguió trabajando bajo el mando del siguiente presidente. Damiani solo cesó a Bengoechea y a Da Silva. 

Estos fueron los entrenadores que pasaron en el período de Jorge Barrera donde entre marzo y agosto de 2020 no hubo fútbol a causa de la pandemia de coronavirus. 

Camilo dos Santos

De los cuatro entrenadores solo fue cesado Forlán. 

Hay que remontarse al período de diciembre 2011 a diciembres de 2014, el penúltimo de Juan Pedro Damiani, para encontrar un ciclo con siete entrenadores en períodos diferentes y uno que se repite. Es decir, lo mismo que dejará el período de Ruglio como presidente.

Aquel período se inició con Gregorio Pérez como entrenador, que ya estaba desde que Diego Aguirre se fuera a Qatar en setiembre de 2011. 

Su mala actuación en Copa Libertadores (goleado por Atlético Nacional) llevó al presidente a cesarlo quedando el Tito Jorge Goncálvez como DT interino. 

Fue ahí cuando Damiani apostó por primera vez por el Polilla Da Silva quien salió campeón uruguayo y cuando le ofrecieron renovar prefirió irse al exterior. 

El DT hizo una apuesta por Diego Alonso, exjugador del club que había iniciado muy bien su carrera en Bella Vista. 

La eliminación de la Copa Sudamericana a manos de Cobreloa y solo seis pobres partidos en el Apertura 2013 llevaron al joven DT a poner su cargo a disposición. Damiani le aceptó la renuncia. 

Goncálvez fue nuevamente técnico interino, pero fue quien completó ese Apertura tras el cual Peñarol fue por Jorge Fossati. 

El DT tuvo un recordado Clausura en el que le ganó 5-0 a Nacional e hizo un buen papel en Copa Sudamericana. Pero la derrota clásica en el Apertura con la recordada remontada de Nacional en tiempo agregado le costó el cargo. 

Paolo Montero, entrenador de Tercera, fue quien cerró la temporada en forma interina en el cargo. 

Terminado ese mandato y reelecto como presidente fue que Damiani apostó por Bengoechea. 

En este período, por lo tanto, cesó a dos entrenadores, le aceptó la renuncia a otro y vio cómo un tercero, Da Silva, se fue son querer renovar. 

Es marca, y la del actual presidente de Ruglio, solo es superada por el primer año de Damiani como presidente del club, luego de asumir el mando como coordinador institucional cuando su padre, José Pedro Damiani dejó de estar en condiciones de seguir al frente del club por su estado de salud (junio de 2007). 

Cuando fue electo presidente, en diciembre de 2008, Damiani comenzó su ciclo con Gustavo Matosas, técnico al que había contratado él mismo a mediados de 2007 tras cesar a Gregorio Pérez a través de un llamado telefónico. 

El equipo venía de vivir la peor crisis institucional de su historia tras el enfrentamiento en 2005 de Damiani padre con el empresario Francisco Casal. 

En ese período, desfilaron nueve entrenadores por el club de los cuales Damiani cesó a Matosas y confió el cargo en Mario Saralegui quien renunció en enero de 2009 tras perder un clásico de verano jugando con un hombre de más. 

Su sucesor, Julio Ribas, fue cesado en setiembre de 2009 quedando al frente del club quien era el coordinador de formativas, Víctor Púa. 

Este completó el torneo Apertura de ese año y retornó a su cargo del que renunció después, en setiembre de 2012. 

En diciembre, Damiani apostó por Diego Aguirre, quien ya había dirigido al club en 2003 (fue campeón uruguayo) y en 2004, donde tuvo una floja actuación. 

La apuesta dio sus frutos. Peñarol fue campeón uruguayo (2009-2010) tras siete años de sequía. Pero Aguirre no quiso repetir su historia y no aceptó la renovación del vínculo. 

Damiani le confió el cargo a Manuel Keosseian, pero sus malos resultados hicieron que fuera cesado en noviembre. La temporada la terminó en forma interina Edison Machín.

Aguirre volvió seis meses después de haberse ido por voluntad propia. Guio a Peñarol a la final de la Libertadores 2011 y aceptó la renovación de su vínculo con un contrato largo y potestades similares a las de Óscar Tabárez en la selección uruguaya. El proyecto apenas duró un mes porque una jugosa oferta de Qatar lo hizo emigrar a Al-Rayyan. 

Su sustituto fue Gregorio Pérez, que se quedó tras la primera reelección de Damiani y se sostuvo en el cargo solo hasta febrero de 2012. 

De los nueve entrenadores, en el período 2011-2014, Damiani cesó a Matosas, Ribas y Keosseian. Aguirre renunció una vez y no acordó renovar en la otra y hubo dos interinatos: Púa y Machín.