Quién es el uruguayo que producirá la música de uno de los metaversos más grandes del mundo

Esta palabra, que para muchos ha sido la sigla más nombrada del año, son activos digitales que tienen un valor intrínseco y único, que otorga propiedad a los usuarios sobre lo que crean o poseen en internet.

Esto es posible gracias a la blockchain, una tecnología cada vez más revolucionaria. Y esa situación que usted imaginó es la que vive un uruguayo radicado en Estados Unidos, quien está inmiscuido en este proyecto desde hace cinco meses.

El músico es Ignacio González y el proyecto se llama The Tunes Project.

En entrevista con Cromo, el uruguayo radicado en 2013 en Estados unidos, contó otro proyecto aún más grande en el que está inmerso: producirá la música de Sandbox, uno de los videjuegos cuyo mercado de NFT es de los más grandes del mundo. Se trata de un videojuego en el que el usuario puede crear personajes, mejorarlos e interactuar con un amplio mundo virtual.

En diálogo con Cromo cuenta los pormenores de esta industria y cómo el blockchain lo tiene “fascinado”.

¿Este proyecto cambia las reglas en la forma en que producís contenido?

Hay que ir un paso hacia atrás y entender cuáles son los problemas que resuelven los NFT. Básicamente, el internet surge de lo que se llamó el web1 y web2 fueron creando soluciones. Por ejemplo, juntarnos, comprar y hacer publicidad de forma digital. Pero hasta ahora no había habido una tecnología que nos permitiera tener propiedad digital. Entonces, nosotros al no tener propiedad digital, nosotros como creadores alquilamos un espacio a las plataformas donde nos permiten ese intercambio. Eso hace que no tengamos un vínculo directo con los consumidores.

¿Cómo funciona eso?

Yo tengo un contenido en YouTube y desde esa plataforma se lo muestran al usuario final. Yo no sé quién es esa persona. No tengo forma de contactarlo directamente. Lo mismo pasa con Instagram y Twitter. Eso, que lo habíamos naturalizado, hace que el poder se concentre en las plataformas y no en los creadores. Entonces, la tecnología de NFT permite que lo susuarios y los creadores intercambien valor sin que haya un intermediario. Sin que haya una plataforma que capture la mayoría del valor.

¿Cómo funciona Spotify?

Yo como creador subo una canción a Spotify y me paga el 0.03% de cada reproducción. En cambio, si yo lo comercializo como NFT a un usuario, el consumidor me paga el total que yo considero que ese activo vale. Eso es una oportunidad para las artes, para los videojuegos, para un montón de aristas de la industria.

¿La caída de los grandes intermediarios?

Estas canciones que cuenta González se venden en plataformas con fees (comisiones) muchísimo más bajas como Google, Facebook, Instagram, etcétera.

González participó en octubre del año pasado en la conferencia de NFT más grande del mundo. Se llevó a cabo en Nueva York, en la que participaron unas 5 mil personas y disertaron unos 500 expertos. Allí vio músicos y fotógrafos que estaban generando ingresos “que nunca en su vida habían imaginado generar”.

En Spotify solo es el lujo de unos pocos.  En esta plataforma hay 8 millones de artistas que suben sus creaciones. “De esos, solo el 0.2% hace más de US$ 50 mil al año. Eso es un salario que se puede considerar estándar para lo que es la vida en Estados Unidos. Son solo 15 mil artistas”, comentó González.

Con la blockchain, se crea la escasez digital. “Si bien podés copiar y pegar una foto o bajar una canción, yo (como dueño) la puedo vender y vos no la podés vender porque no tenés forma de comprobar que sos dueño de un NFT. Es como si vos tuvieras una copia de la Monalisa y yo tengo el original. Los dos vemos una imagen que es muy parecida o igual, pero yo tengo forma de comprobar que yo soy el dueño de la Monalisa”, comentó.

González recordó que los impulsores de estas tecnologías buscan que los usuarios sean quienes tomen decisiones dentro de sus plataformas. “El hecho de que los usuarios puedan intercambiar valor sin intermediarios cambia la forma en que consumimos películas, en la que hacemos música y nos conectamos con la realidad”, manifestó.

El impacto del metaverso

Para González, un curioso de estas tecnologías, que ha producido música para videojuegos estamos viviendo una transición entre el mundo físico y el mundo virtual. “Cuando el mundo digital tenga más importancia que el mundo físico vamos a tener una migración hacia el metaverso”, comentó.

Recordó que la mayoría de procesos que hoy llevan a cabo las personas las hacen en el mundo digital. “Hoy la fricción que tenemos para conectarnos con el mundo digital es el celular, pero si esa fricción fuera con lentes o que estuvieran integradas. ¿Ese es el mundo en el que queremos vivir? Es otra discusión y ahí se abren temas como salud mental”, indicó.

 “Es un momento fascinante para aprender de todas estas cosas”, concluyó.