La pista oficial de atletismo del Parque Batlle Darwin Piñeyrúa está en pleno proceso de reconstrucción tras una inversión millonaria del Gobierno, para poner nuevamente a Uruguay en la órbita internacional como anfitrión de los grandes torneos.
En las últimas semanas comenzaron a remover los restos de la vieja pista, quitaron todo el tartán azul, la base de cemento y por estos días se observa la tierra, sobre la que deben construir la nueva pista desde la estructura en que se apoya, como no ocurría de la década de 1980.
Esta obra demandará una inversión de US$ 2.000.000 del Gobierno, necesaria, porque la estructura que se utiliza debajo del tartán estaba dañada, para volver a brindarle a Uruguay una pista de atletismo para competencias internacionales.
Uruguay había quedado fuera del circuito y no estaba en condiciones de ser anfitrión de torneos sudamericanos, como ocurrió a lo largo de gran parte de la historia en la que tuvo la mejor pista del continente y enclavado en lugar estratégico de la ciudad, como el Parque Batlle y su entorno natural.
Así estaba la pista cuando empezaron a levantarla el mes pasado:
Y así estaba agrietado el tartán:
Se veía la vieja pista de tartán anaranjado:
Así está en esta semana del 12 de junio:
Así se puede observar en este video cómo quedó el recorrido de la pista:
El tiempo de construcción de la pista está sujeto al tiempo. Si no llueve avanzarán a buen ritmo. De todas formas, estaba proyectado que demandaría entre cinco y seis meses el trabajo, por tanto no quedará lista la pista hasta noviembre o diciembre.
La pista oficial del Parque Batlle fue inaugurada en 1919, cuando aún no existía en el Estadio Centenario (construido en 1930) y en el mismo lugar en el que se encontraba el estadio de fútbol en el que se jugó la primera Copa América (en ese momento Sudamericano) de fútbol.
En ese momento tuvo la mejor pista de Sudamérica, en la que corrieron algunos de los atletas más destacados de la historia de este deporte.
Como consecuencia del avance del tiempo y la falta de inversión (en los años 1980 la pista seguía siendo de carbonilla, mientras en el mundo se corría sobre tartán), Uruguay había sido el país que estaba más rezagado en infraestructura deportiva en esos años en el continente.
Tras gestiones del presidente de la Comisión Nacional de Educación Física (actual Secretaría Nacional del Deporte), Julio César Maglione, el Gobierno aportó el dinero para inaugurar la moderna pista en abril de 1989.
"Aquel piso adquirió tal relevancia internacional que durante años se conoció como la pista más veloz de Sudamérica”, quedó escrito en el libro del Centenario de la Confederación Atlética del Uruguay, el órgano rector de este deporte.
Sin embargo, casi dos décadas después había caído en desgracia nuevamente.
El piso tenía 17 años en 2004, cuando su utilidad es de siete, en el momento que hicieron su primera reforma al colocar un piso de polytan, con un aporte de US$ 500.000 del ministerio de Deporte y Juventud que encabezaba Pedro Bordaberry.
En setiembre de 2013, el Gobierno volvió a invertir US$ 500.000 para recaparla y dejarla a nueva.
A una década del último trabajo de actualización de la pista y a 35 años de su construcción, debieron levantar hasta la base de cemento del óvalo para construirla a nueva.
El secretario nacional del Deporte, Sebastián Bauzá, y Eduardo Ulloa, en cargado del área federada, supervisan a diario la evolución de los trabajos y esperan poner nuevamente a Uruguay en la órbita internacional al final de este año.
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