Retrato de Pío XII del 26 de noviembre de 1955 en Castel Gandolfo

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Los nuevos archivos de Pío XII alimentan el debate sobre el silencio del papa ante el Holocausto

Un congreso internacional analizará en Roma los documentos desclasificados antes del plazo vaticano por el papa Francisco sobre el pontificado de su antecesor durante el nazismo
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08 de octubre de 2023 a las 05:04

La controversia dura ya décadas: durante el pontificado de Pío XII, el Vaticano salvó a miles de judíos y hubo sacerdotes católicos que defendieron heroicamente a los perseguidos. Pero el papa, jefe máximo de la Iglesia católica, nunca rompió su silencio ante el peor genocidio de la historia.

Se trata de una sombra que la Iglesia católica se esfuerza en esclarecer apelando al único recurso genuino del que dispone: abriendo sus archivos.

Los nuevos documentos, puestos a disposición de historiadores y especialistas en 2020 por orden del papa Francisco, serán el eje de un congreso que se realizará desde este lunes y por espacio de tres días en Roma, en el que se espera avanzar con datos firmes hacia la “verdad”

Se trata de unos 16 millones de documentos inéditos que se agregaron a la ya extensa colección publicada en 1981 con la mayoría de los archivos de la época de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

"La Iglesia no teme a la historia, sino que la ama", declaró el actual jefe del Vaticano al ordenar, en 2018 y antes de los plazos establecidos, la publicación de toda la documentación secreta relativa a su predecesor Pío XII, máxima autoridad del catolicismo entre 1939 y 1958.

La apertura de los archivos muestra una voluntad de "verdad" y "transparencia" indispensables para la Iglesia, afirma Etienne Vetö, obispo auxiliar de Reims (Francia), encargado de abrir el congreso este lunes.

El religioso, que fue director del Centro Cardinal Bea de Roma especializado en investigar las relaciones entre judíos y cristianos, opina que no habrá grandes revelaciones sobre el papel de Pío XII ante la guerra y el exterminio de judíos por los nazis.

“Los archivos se abren después de un número determinado de años. Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI respetaron los plazos. Francisco, en cambio, tomó la decisión de abrir antes de tiempo. Sus predecesores se limitaron a respetar los plazos, pero Francisco ha hecho un acto de apertura y transparencia”, enfatiza el obispo Vetö.

Los archivos abiertos en 2020 "no cambian la línea dominante de la historiografía, que es la del silencio público. Pero exponen mejor el razonamiento que hubo detrás", afirma Nina Valbousquet, historiadora de la Escuela Francesa de Roma.

Las dos versiones

Durante décadas han existido dos versiones radicalmente opuestas sobre el papa Pio XII, un hombre nacido en el siglo XIX que antes de ocupar el trono de Pedro fue embajador de la Santa Sede en Prusia y luego en Alemania.

Por un lado, la de un pontífice recluido en su palacio que nunca denunció la persecución, deportación y exterminio de los judíos. Y por el otro la de un papa discreto cuyos sacerdotes y monjas ocultaron al menos a 4.000 judíos romanos, evitando al mismo tiempo represalias contra los católicos europeos.

Para sus defensores, Pío XII combinó la prudencia diplomática con el imperativo de neutralidad papal, teorizado y aplicado por Benedicto XV durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918).

"Fue una elección consciente que respondía a las exigencias del papado y de la Iglesia católica, que pueden resumirse en la política de la imparcialidad", explica Gabriele Rigano, profesor de Historia Contemporánea.

El Vaticano también llevó a cabo acciones humanitarias y, bajo cuerda, esfuerzos de mediación hoy incomprensibles dada la "inconmensurable brecha moral" entre ambos bandos, señala.

En el Vaticano -y no sólo allí- existía además la idea de que Alemania "podría convertirse en el futuro en un bastión contra el comunismo", señala el vaticanista Marco Politi.

Esto, además de la firme creencia de Pio XII de que Alemania y el Eje triunfarían en la guerra, como expone el estudioso David Kertzer en su libro “El papa en Guerra” publicado el año pasado en Estados Unidos, quien hace hincapié en la tarea silenciosa por salvar hijos de matrimonios mixtos.

Los críticos de Pío XII le acusan en cambio de no haber pronunciado nunca las palabras contra las persecuciones que se esperaban del líder de una comunidad religiosa tan poderosa.

Entre los documentos que atestiguan que el Vaticano conocía la existencia de campos de exterminio a finales de 1942 se encuentra una carta del 14 de diciembre en la que un jesuita alemán antinazi, Lothar König, menciona "el crematorio" del campo de Belzec, en Polonia, en la misiva enviada al secretario privado del papa, el alemán Robert Leiber.

Un largo camino

El principal aporte de los últimos archivos publicados concierne la reforma de la Iglesia en relación con los judíos tras el Holocausto.

"La curia [el "gobierno" de la Santa Sede] estaba marcada por un fuerte antijudaísmo, rozando el antisemitismo", recuerda Gabriele Rigano.

El silencio de Pío XII contrastaba con el grito de su predecesor, Pío XI, tras la promulgación de las leyes raciales fascistas en Italia: "Los cristianos somos espiritualmente semitas", afirmó.

Para el obispo Vetö, el pontificado de Pio XII comprendió “un período muy, muy sombrío de un punto de vista histórico, es una de las mayores catástrofes que vivió la humanidad” y en la que Iglesia, “intentó reaccionar lo mejor que pudo”.

El religioso e historiador apunta a “la gran diversidad de la Iglesia” durante el papado de Pío XII. “Nos hemos centrado mucho en su persona de Pío XII o en las reacciones del Vaticano. (..). Pero la Iglesia incluye también a los obispos, las diócesis, las parroquias locales, los conventos... Lo que podemos decir es que la situación no es blanca ni negra, depende mucho del lugar y las personas...

En cuanto a Pío XII, en 1967 se inició un proceso para su beatificación, pero se estancó desde que Benedicto XVI lo proclamó en 2009 "venerable".

“La pregunta que nos hacemos es: la Iglesia ciertamente salvó o ayudó a salvar a muchas personas, en el mundo judío, pero también en el cristiano (...) Pero al mismo tiempo, ¿hizo todo lo que se podía hacer y, en retrospectiva, podría haber hecho más?”, inquiere.

El Holocausto, añade, fue una "llamada de atención" para la Iglesia, que se dio cuenta de que "su enseñanza" había sido "un caldo de cultivo para la planta venenosa del antisemitismo".

A través de la figura de Pío XII, "Occidente se miró en un espejo e, inconscientemente, contempló su propio derrumbe", considera Gabriele Rigano.

El camino de la redención de la Iglesia será largo, matiza Nina Valbousquet, con "la persistencia de los prejuicios antijudíos en la inmediata posguerra y la falta de conciencia de lo que fue el Holocausto" hasta el juicio y ajusticiamiento en 1962 de Adolf Eichmann, el encargado de la “solución final”.

Todos coinciden en que después de la Shoá comenzó a madurar una nueva visión cristiana sobre los judíos y que recién en 1965, con el impulso del Concilio Vaticano II, la Iglesia condenó formalmente el antisemitismo y dio vuelta la página de sus prejuicios ancestrales contra los judíos como los asesinos de Cristo.

(Con información de AFP)

 

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