Los agricultores franceses comenzaron a levantar los bloqueos de carreteras con advertencias al gobierno

A su vez, el primer ministro de Bélgica, el liberal Alexander de Croo, pidió hoy a los agricultores que abandonen los bloqueos porque el mensaje que quieren transmitir con sus protestas ya ha sido recibido "tanto a nivel belga como europeo".

"Se ha enviado la señal. Les hemos recibido tanto a nivel federal (belga) como a nivel europeo (...). Creo que ha llegado el momento de levantar las barreras", declaró De Croo a la televisión belga VRT.

En Francia, varias decenas de rutas permanecen aún obstruidas o parcialmente cortadas, pero otros puntos van recuperando la normalidad.

El prefecto (delegado del Gobierno) de Tarn et Garonne (cerca de Toulouse), Vincent Roberti, confirmó la reapertura de la A62 entre las localidades de Agen y Montauban en ambos sentidos de la circulación, pero alertó de que la circulación en la A20 sigue perturbada por las manifestaciones cerca de esa última localidad.

En la región de Île de France, que comprende París, los cortes continuaban esta mañana en varios puntos, como en la A1 entre Senlis y Roissy en France, en ambos sentidos, o en la A5 y en la A6 en dos tramos en dirección a la capital.

Por el contrario, uno de los convoyes más simbólicos de estas protestas, el de los agricultores de Agen que partieron en dirección a Rungis -donde se encuentra uno de los mercados de abasto más importantes de Europa- comenzó hacia el suroeste.

Se espera que a lo largo de la jornada la mayor parte de las carreteras cortadas se liberen, a pesar de que algunas organizaciones sindicales minoritarias, como la Confédération paysanne, han llamado a mantener los bloqueos.

Algunos de los productores movilizados comenzaron el regreso a sus hogares anoche, después de que el sindicato hegemónico del sector agrícola, la Federación Nacional de Sindicatos de Explotadores Agrícolas (FNSEA), y la organización hermanada Jóvenes Agricultores llamaran a suspender la movilización a gran escala de las últimas dos semanas.

Eso no significa que las protestas hayan terminado, sino que se han "transformado", incidió hoy el presidente de la FNSEA, Arnaud Rousseau, en una entrevista en el canal BFMTV.

También advirtió que si no ven los primeros resultados concretos materializados en una ley este mismo mes de febrero se retomarán las movilizaciones. "No hay elección", recalcó.

El ministro de Agricultura francés, Marc Fesneau, ratificó hoy que el Gobierno entiende que los agricultores no han dado su "aprobación de la gestión para la eternidad", sino que han tomado nota de las medidas iniciales.

La llamada sindical a levantar los bloqueos se produjo en respuesta a una nueva batería de medidas anunciada este jueves por el primer ministro francés, Gabriel Attal, y los titulares de las carteras de Economía, Agricultura y Transición Ecológica.

Serán políticas destinadas a responder a los reclamos del sector, como el de competencia desleal, ya que los agricultores galos se quejan de que sus productos están sometidos a exigencias sanitarias y medioambientales más estrictas que los importados de otros países.

Por ejemplo, Francia impedirá la importación de alimentos procedentes del exterior de la Unión Europea que hayan sido tratados con pesticidas u otros productos fitosanitarios que no se pueden utilizar en Europa, como el tiacloprid (prohibido desde 2020 por el daño que causa a las abejas).

El primer ministro francés también prometió nuevos paquetes de ayudas financieras para la ganadería, la simplificación de normas, medidas para favorecer la renovación generacional y controles antifraude para los productos que se anuncian como de origen francés, pero en realidad tienen otra procedencia.

Las manifestaciones agrícolas se han repetido también en otros países, como Bélgica, Países Bajos, Alemania o España para protestar por las condiciones del sector y las políticas europeas.

Más de un millar de tractores bloquearon este jueves el barrio europeo de Bruselas coincidiendo con una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea para amplificar el impacto mediático y político de una protesta agrícola que se extiende por varios países europeos.

(Con información de agencias)