Lo dijo y lo cumplió. Usain Bolt llegó a Río en busca de su "triple-triple" -ganar por tercera vez consecutiva el oro olímpico en 100, 200 y 4X100- y lo logró sin ningún inconveniente, para ratificar que sigue siendo el rey del atletismo y una de las principales figuras, sino la más, del deporte mundial.
La lesión que había sufrido semanas antes de los Juegos hicieron que llegara en medio de dudas, pero en la pista ratificó que sigue siendo el más rápido del planeta, pese a que no logró mejorar sus marcas.
En 100 metros ganó con 9.81, en 200 con 19.78, y en la 4X100 él y el equipo jamaiquino se consagraron con un 37.27, para festejar a lo grande, como cada vez que ganó en el Estadio Engenhao, donde sin dudas realizó las mejores celebraciones de los Juegos, algo que solo Bolt logra hacer.
Lo malo es que anunció su retiro, pero con 30 años recién cumplidos habrá que esperar para ver qué hace en los próximos años, con la esperanza de que le vuelvan las ganas de seguir sumando oros en Tokio 2020.
El nadador estadounidense Michael Phelps tuvo una actuación brillante para seguir sumando más medallas de oro a su colección.
En Río, en los que fueron sus últimos Juegos, tal como anunció y confirmó, "el Tiburón de Baltimore" demostró que sigue siendo el dueño de la piscina al colgarse seis preseas, cinco de ellas de oro.
Phelps se fue de Brasil con las medallas de oro conquistadas en las pruebas de 200 mariposa, 200 estilos y los relevos 4x100 y 4x200 libre y 4x100 estilos, y plata en los 100 mariposa, disciplina, esta última, en la que fue superado por Joseph Schooling, de Signapur, quien de niño era fan del nadador con quien llegó a sacarse una foto que se viralizó tras su triunfo.
En su quinta cita olímpica, el estadounidense llegó a 28 preseas en su historial: 23 oros, 3 platas y 2 bronces. Así, sumó más metales a su lista e hizo más grande su leyenda como el deportista más laureado de la historia de los Juegos.
"Ser capaz de ganar cinco medallas de oro más en los Juegos Olímpicos y una de plata, no hay mejor forma de terminar una carrera", dijo Phelps tras cerrar su participación olímpica y pasar a la historia como el más laureado.
La mejor actuación uruguaya en Río 2016 fue la de Emiliano Lasa, quien supo poner frente a la pantalla a todo el país para verlo saltar en la final de salto largo. El atleta celeste logró un histórico 6° puesto, lo que le valió un diploma olímpico, así como quedar entre los mejores del mundo en esa disciplina.
Los 8,10 metros que saltó y con los que logró su posición final lo llevaron además a ser el uruguayo con mejor actuación en atletismo en todos los Juegos.
Como pocas veces se había visto, el deportista hizo enganchar a los uruguayos con su especialidad al competir en la final el segundo sábado de los Juegos y en horario central.
Su gran desempeño abrió las puertas para competir en varios torneos europeos para seguir creciendo de cara a Tokio 2020, donde se espera que vuelva a ser protagonista.
El básquetbol tuvo a EEUU como su amplio dominador, tanto en damas como en hombres, pero por estos lares la noticia estuvo del lado argentino, con la despedida de Emanuel Ginóbili, en lo que marcó el fin de la "Generación Dorada" albiceleste, la camada de jugadores que puso en lo más alto al baloncestos de su país.
Manu y Andrés Nocioni, quien también dejó la selección, tiraron sus últimos cartuchos en Río al frente de un equipo mixto que tuvo un arranque prometedor, pero que luego se fue desdibujando, lo que lo llevó a enfrentarse a EEUU, equipo que lo dejó eliminado.
Ambos formaron parte del equipo que ganó el oro olímpico en 2004 en Atenas y el bronce cuatro años después en Pekín 2008, y cuentan con un laureado palmarés, en el que ya cerraron el casillero de su país.
Cuando la neozelandesa Nikki Hamblin se acercó a ayudar a la estadounidense Abbey D'Agostino no imaginó que su gesto sería uno de los más recordados de Río 2016. Ambas atletas habían caído en medio de la serie de 5.000 y la primera de ellas fue a ayudar a su rival. Luego, ambas, como pudieron, cruzaron la meta. Su notable esfuerzo y ejemplo de deportividad llevó a que las autoridades la recalificaran para competir en las finales.
La nueva figura
Tras haber ganado tres mundiales, Simone Biles llegó a Río como una de las promesas y en Brasil tuvo su consagración como figura olímpica de la gimnasia al llevarse cinco medallas, cuatro de ellas de oro.
Su gran actuación llevaron a que la comparen nada menos que con la estrella rumana Nadia Comaneci.
Pese a su notable rendimiento, la joven de 19 años y 1,45 de altura, aún tiene para crecer ya que de las seis pruebas en las que compitió, solo no ganó oro en asimétricas, el único aparato que no domina, y en barra, donde un resbalón la dejó sin el oro y la bajó al tercer puesto de esa modalidad.
No menor a lo realizado por Bolt fue lo conseguido por Mo Farah, el británico rey del fondo que se repitió los oros en 5.000 y 10.000 metros, como ya había hecho en Londres 2012. En la pista de Río 2016, el nacido en Somalía se consolidó como el segundo atleta más importante detrás de "el Rayo".
La pista olímpica también tuvo a otras figuras, como el sudafricano Wayde Van Niekerk quien batió el récord de 400 metros llanos de Michael Johnson; la estadounidense Allison Felix que se convirtió en la atleta con más oros de la historia al llegar a seis; la ethíope Almaz Ayana, quien hizo la nueva marca en 10.000 metros; y la sudafricana Caster Semenya quien se adueñó del oro en los 800 metros, entre otros que también dejaron su huella.
La sirena de EEUU
Como con Phelps en hombres, Estados Unidos también dominó la natación en la rama femenina con Katie Ledecky como su principal figura, al colgarse cuatro oros, dos de ellos con nuevo récord del Mundo incluido, y una medalla de plata.
La norteamericana, de tan sólo 18 años, igualó la gesta protagonizada por su compatriota Debbie Meyer en los Juegos de Mexico 1968, tras colgarse el oro en las pruebas de 200, 400 y 800 libre.
En Río, Ledecky tuvo una dura competencia con la húngara Katinka Hosszu, de 27 años, quien tuvo que conformarse con tres oros, en 200 y 400 estilos y 100 espalda, y además de una plata, en 200 espalda. Para Tokio 2020, el desafío entre ambas estrellas ya quedó establecido.
El oro más buscado
Si había una medalla que querían los brasileños esa era, sin lugar a dudas, la de oro en el fútbol masculino, la que nunca en su rica historia en el balompié había podido conseguir y que en sus Juegos Olímpicos se dio el gusto de conquistar por primera vez.
Con Neymar como capitán y con un ignoto entrenador, como lo era antes de los Río 2016, Rogerio Micale, la canarinha tuvo un mal comienzo en el certamen, con dos empates ante Sudáfrica e Irak.
Pero luego creció partido a partido, con el delantero de Barcelona como figura, hasta llegar a la final y ganarle a Alemania desde los tiros penales, en lo que muchos consideraron como una revancha que dejó atrás el 7-1 de los germanos en el Mundial de 2014.
Los Juegos llevaron al argentino Juan Martín Del Potro a la condición de ídolo para su país. Si bien no ganó el oro, perdió la final ate el británico Andy Murray, la entrega mostrada por el tenista a lo largo de su participación lo dejaron entre lo más alto de Río. Con un brillante triunfo ante el uno del mundo, Novak Djokovic, en el debut y varios partidos con escaso tiempo de recuperación, Delpo se olvidó de su dura lesión y fue figura olímpica.se hizo ídolo
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