Pablo Lemoine

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Lemoine, el uruguayo que logró la hazaña con Chile: los objetivos para el Mundial de rugby y qué será de su futuro

El entrenador de Los Cóndores habló del sinsabor que le dejaron los amistosos, cómo planean jugar ante los durísimos rivales que le tocaron en el grupo y el venturoso futuro que se abre para el rugby chileno
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30 de agosto de 2023 a las 17:33

Pablo Lemoine es un especialista en construir sistemas de alto rendimiento de rugby casi desde la nada, y lograr enormes resultados. Lo hizo con Uruguay cuando asumió la dirección técnica de Los Teros en 2012 y al mismo tiempo se transformó en uno de los pilares de la construcción del Centro Charrúa, y terminó guiando al equipo al Mundial de Inglaterra 2015. Para este Francia 2023 lo hizo con Chile, con una histórica eliminatoria en la que venció a Canadá y Estados Unidos, lo que le permitió adelantarse cuatro años, porque la meta original era lograr la clasificación para Australia 2027.

En la siguiente entrevista, el head coach de los Cóndores habla del sinsabor que le dejaron los partidos de preparación: perdió los cuatro, y en tres cayó derrotado por menos de tres puntos, incluido uno ante Namibia, en el que ganaba 26-7 y terminó cayendo 28-26. Pero también analiza qué le dejaron  esos partidos, principalmente como aprendizajes a la hora de analizar los indicadores que necesita para poder hacer partidos parejos en el dificilísimo grupo que le tocará en Francia 2023: Argentina, Inglaterra, Samoa y Japón. Tiene claro que, para competir, algunos aspectos son imprescindibles, sobre todo en ritmo de juego y en disciplina.

Pero también habla sobre su futuro, y el del plan chileno, y confirma que seguirá al frente, buscando que Francia 2023 sea una plataforma para un crecimiento exponencial en los próximos años. La mesa está servida para que Chile experimente un enorme crecimiento, por poder económico y por tamaño de mercado, pero se necesita apuntalar zonas que hasta ahora Lemoine no ha trabajado, concentrado en el objetivo de Los Cóndores.

¿Qué evaluación hiciste de los partidos de preparación?

La evaluación es que hay cosas positivas: no hubo lesiones, los números físicos dieron muy bien, al igual que algunas estrategias que habíamos puesto a nivel de números, de conservación de pelota, de back in game, de ball in play, de posesión. Se respetaron en todos los partidos. Son cosas positivas. En eso partimos del análisis de Japón y Samoa: hay porcentajes de posesión, de de ball in play y de back in game, que si no se cumplen no hay ninguna posibilidad de jugar ese tipo de partidos. También es cierto que no usamos nada estratégico, y eso en momentos claves nos sacó herramientas, porque definimos que lo estratégico lo íbamos a usar en el Mundial. Tuvimos muy buenos minutos de rugby en los cuatro partidos, de hecho siempre tuvimos  mayor posesión salvo el segundo tiempo de Argentina XV. Hay cosas buenas. Después los resultados son consecuencias: primero de falta de experiencia en partidos de este tipo, que no son definitorios, pero sí son importantes. Nosotros hemos construido mucho en este tipo de partidos, pero desde hace un año nos vino para atrás. Desde la clasificación ante EEUU hemos perdido ese tema. Los jugadores lo tienen recontra claro, y es lo que tenemos que construir ahora, pero tampoco me enloquece, porque estamos cumpliendo un proceso. Son jugadores saliendo del amateurismo y entrando al profesionalismo, y ese proceso tiene estas etapas a cumplirse. Chile está haciendo un proceso muy acelerado en un momento del rugby que es mucho más acelerado que lo que nos tocó con Uruguay. Hay una necesidad de hacer cosas ya: ya no se aceptan jugadores amateurs, ya no se aceptan déficits físicos en los jugadores, vivimos en un entorno profesional pero con jugadores que aunque sean profesionales no hicieron un pathway profesional. Tenemos jugadores profesionales que vienen del amateurismo.

Alguna vez dijiste que no se es profesional solo por cobrar un sueldo.

Al revés, a veces cuando le pagás al jugador le tiras un balde de cemento, lo congelás, lo transformás en profesional por el pago pero no por su entorno, su familia. Ellos también tienen que aprender. A mi me pasaba, a mi alrededor el mundo seguía con la misma rutina de siempre. Es difícil ese entendimiento. Creo que estamos en ese proceso.

Y están teniendo mucha repercusión en general con el Mundial.

Hemos tenido un cambio gigantesco a nivel de entorno. Metimos 15 mil personas en Temuco, una ciudad totalmente comprometida con Los Cóndores, con motos de policía escoltándonos al estadio, muchos medios, conferencia de prensa, las firmas de sponsors. Si me decis si al hacer una evaluación elegiría esto te diría que sí porque es lo que va a potenciar esto en los próximos cuatro años. Si pudiera elegir entre hacer todo eso ahora o en tres meses te diría en tres meses, pero no se puede porque es lo que viene de la mano. Hay que colocar el rugby en ese lugar y está buenísimo que pase. Marcas, sponsors, autoridades políticas, prensa, es una movida que yo nunca la viví antes.

Pablo Lemoine

¿Te quedó la espina de no poder ganar ninguno de los partidos de preparación? Son amistosos, pero si le ganaban a Namibia era un mensaje fuerte antes del Mundial.

Te diré que el único que sabíamos que era muy difícil era (el primero contra) Argentina XV. Perdemos el partido con Uruguay como consecuencia de los primeros 20 en los que recibimos dos amarillas. Después fuimos dominantes, dominamos las formaciones, tuvimos muchas situaciones en zona de definición. A veces falla el equipo ahí. No tengo problemas con perder. El perder da enseñanzas, pero queda la espina, ni hablar. El de Namibia fue frustrante por el dominio que teníamos y el impacto de un try choto de intercepción, y que nos hayamos apagado. Nos apagamos un rato y costó caro. Al equipo le está costando mucho eso, los golpes innecesarios que generan impacto grande en la batalla siguiente. Perdés una batalla y la siguiente cuesta más, nos quedamos en la que perdimos. Hay que hacer que el equipo renueve esa cabeza. Ahora cuando nos juntemos en Francia vamos a hacer foco en eso. Pero no hay que generar expectativas extraordinarias, tenemos que focalizarnos en lo que se puede hacer. Hay que entender que hace dos años Chile no le ganaba a Brasil. A veces uno tiene una falsa percepción de algunas cosas. Me gusta ser bastante cauto en esas cosas, respetar los procesos. Cuando se aceleran solos perfecto, pero cuando se aceleran para cumplir objetivos puntuales siempre hay riesgo de marcha atrás y se va revirtiendo esa exponencialidad de haber ganado tal partido. Después volves a esa realidad: tengo este potencial, estos jugadores para el futuro. Ahora fuimos con Chile XV al Sudamericano en Paraguay, ¿se jugó bien o mal? Es relativo. Cuando llegué a Chile en 2018 era el cuarto año que no se le podía ganar a Brasil. Ahora perdimos con el segundo equipo. Pero primero que nada: ahora tenemos un segundo equipo. En 2018 no había pilares derechos para jugar con New Zealand Maories. No es eufemismo: no había pilares derechos. Jugó un tipo de 40 años que nos dio una mano impresionante. Hoy presentás un equipo joven y perdimos 27-14 contra Brasil. Yo lo veo positivo, el que lo ve de afuera dice ‘perdió Chile’, pero es un equipo nuevo, que se fue generando en estos cuatro años, con pandemia, sin competencia, con competencia local muy mala. Potencialmente lo veo espectacular. Tipos de dos metros, pilares muy grandes. Encontramos un biotipo, ahora hay que entrenarlos. Estoy seguro que van a llegar.

La gente debe entender que el proceso de Chile es muy nuevo, sin competencia internacional, porque no tenemos competencia local donde sostenernos ni tenemos mundiales M20. El pathway de desarrollo es muy limitado. En estos años debemos cambiar eso.

¿Te preocupa que la reacción de gente que se acerca al rugby no sea buena? Porque Uruguay ya tenia una experiencia más realista de los mundiales anteriores cuando jugó en 2015, pero en Chile todo es nuevo

No me preocupa, en el sentido de que habrá gente que se alejará y otros te verán como algo nuevo. Debemos seguir representando al país, mostrando una imagen. En Uruguay tuvimos el mundial de 2015 que no fue bueno en resultados pero sí en plataforma, en ganarnos confianza de World Rugby. Cuatro años después se bajaron 25 puntos por partido, con profesionalismo y resultados. Hay que transitar esas etapas, porque si uno quiere saltear esas etapas explota todo. Hay que respetar esos ciclos. El próximo ciclo será el primero profesional de punta a punta. En 2018 estos jugadores eran amateurs, 2019 también y 2020 tuvieron un mes de profesionalismo, recién en 2021 se inicia el proceso profesional. A veces uno no se da mucha cuenta de esto, pero es la realidad. Ojalá muchos chicos se puedan ir a buenos equipos de Europa. A los que se queden vamos a tratar de darles un buen programa con la SLAR, la APC, las ventanas, y toda la movida que hay, pero el profesionalismo de los buenos equipos de Europa no se los podés dar nunca.

¿Qué van a buscar desde el juego?

Una de las cosas que vamos a insistir mucho es en cerrar circuitos de juego. Ser muy intensos en eso. Circuitos de juego positivos y negativos. Lo que pasa mucho es que entramos en dinámicas en las que nos apuramos para definir. Hacemos un circuito de seis defensas exitosas y un penal choto de offside de un wing. Eso va generando acumulación de desgaste físico y psicológico y vas generando dudas, porque planteás determinado tipo de plan de juego y lo vas colapsando por errores infantiles. En ataque lo mismo, hacemos un pick and go, un semi ataque positivo, y terminás tirándote y perdés la posesión por un penal innecesario. Eso va a ser el concepto, trabajar la paciencia y la disciplina combinadas, que te dan en ataque posibilidad de conservar y generar oportunidades y marcar puntos. Y también tener la posibilidad de defender, que el jugador tiene que estar parado y accionando. Tenemos más volumen de juego porque hay jugadores más dispuestos, ahora hay que mejorar detalles.

La parte estrategia le va a hacer bien al equipo. Aún no hemos analizado los rivales, nos hemos focalizado en la construcción de las oportunidades que nos pueden llegar, que no son miles. 

¿Cómo defender el maul, que en el rugby internacional es un factor cada vez más decisivo, sobre todo para equipos más grandes?

Lo que hay que tener es la oportunidad de anticiparse. Porque si te quieren hacer un try de maul es porque llegaron a cinco metros tuyos, y si llegaron es porque pasaron de 40 a 40 que cometiste un error: o te meten un 50-22 o hiciste un penal y te metiste solo. Eso es lo que hay que evitar. Creo que el try de maul es casi imposible de evitar a este nivel. Si Sudáfrica le hace try de maul a Nueva Zelanda, ¿porque no le harían uno Inglaterra o Argentina a Chile? No debería haber un por qué. La disciplina ahí, es la gran oportunidad que tenés. En 2015 Gales nos quiso apostar a volumen de juego, y se fueron con cinco lesionados. Y en un momento dijeron vamos al scrum y al maul y nos mataron a palos. Es muy difícil tener control sobre eso, podés trabajarlo pero con el volumen físico de hoy hay grandes diferencias. Hay que ser oportunistas, cada oportunidad que tengamos para anticiparnos en defensa mostrar mucha disciplina y también cuidarse mucho del 50-22 porque con la calidad de jugadores que hay enfrente tienen muchas oportunidades. Japón marca el 93% de sus tries a partir de penales, a partir de ahí se meten en zona de definición. Si no tenés disciplina sabés a lo que te atenés. 

¿Y en ataque?¿Cómo hacer para ganar el contacto y meterse en defensa ante equipos más grandes, y además, con la falta de experiencia de Chile en ese nivel de contacto?

Me tengo fe. Chile tiene backs que pueden hacer se juego. También tenemos forwards que son importantes para esto. Hemos trabajado muchísimo la parte física para estar a tono. Los primeros seis meses del año los dedicamos a eso. Creo que vamos a llegar bien en el contacto. Sí tomo el punto de la falta de experiencia a este nivel, eso sí va a provocar situaciones que a nivel regional la solucionás a golpe. Esa fisicalidad es posiblemente el punto más importante en  cuanto a la experiencia, lograr acostumbrarse a la velocidad y al punto de contacto. 

¿Como ves a Japón? No viene bien en los amistosos.

Pero el otro día en el minuto 73 iba perdiendo 28-21 con Italia, y dominando Japón. Posiblemente no es lo quirúrgico de 2019, que era un equipo casi perfecto, que si los desbalancean era por algo extraordinario. Le tocó perder algunos partidos de preparación, pero me parece que no ha mostrado su parte estratégica. Capaz que tampoco la muestra contra Chile. Va a venir a jugar un partido normal, lo puede ganar tranquilamente con herramientas normales. Tenemos que lograr un partido competitivo y aprovechar las chances que tengamos, me tengo fe para todo pero soy realista que el potencial que tiene el rugby japonés es altísimo, aunque cada vez hay menos japoneses. 

¿Y Samoa? Viene muy bien.

Es un partido de esos que tienen un potencial enorme, que potenciamos nosotros si cometemos errores. Me acuerdo en noviembre, cuando empezaron a aparecer estos ex All Blacks, y dijimos, no hagamos esto o aquello. Una de esas cosas era: nunca le pateamos pelotas delante de los wings. ¿Qué pasó? Les pateamos un par de pelotas adelante de los wings y no los pudimos tocar. El partido con Samoa me lo imagino así: esas cosas no las podemos hacer para no tener consecuencia inmediata. No es que te meten 10 fases, te hacen el try enseguida, porque tienen un potencial enorme, buenas destrezas. Tenemos ese problema de los equipos más chicos de biotipo, te cuesta más cortar la inercia.

¿Con qué te vas a considerar satisfecho en el Mundial?

Una buena imagen, tipos peleando todo el tiempo, es lo que la gente va a apreciar y nos va permitir empezar el nuevo ciclo con la esperanza que se puede jugar a este nivel. Lo físico es entrenable, lo actitudinal no, lo tenés o no lo tenés. Tenemos algunos jugadores que actitudinalmente demostraron ser muy buenos, ahora tienen la prueba más arriba y estoy seguro que lo van a pasar y nos va a dar la energía para el próximo ciclo mundialista. A nivel de resultados espero ver que las cosas que entrenamos salgan, que nos animemos a hacer las cosas y no que ver pasar el partido. Ir creciendo en el camino, enfrentar lo desconocido. Estos chicos nunca jugaron en estadio de 40 mil personas, nunca contra tier 1 nunca contra los top del tier 2. Todo es nuevo.

Hablás mucho del próximo ciclo, ¿vas a seguir?

Sí, creo que sí. La idea es que siga, me hicieron una propuesta el sábado. Quieren que me quede, y yo me quiero quedar. Tengo charlas con los jugadores que van a liderar el proyecto. Soy muy agradecido a Chile, me han tratado muy bien y ni que hablar al grupo de jugadores. 

Están poniendo sintético al centro de alto rendimiento, la idea es construir un estadio, hay apoyo público y privado… hay muy buena base para construir.

En Chile hay una cantidad de oportunidades a nivel empresas, gobierno, se puede visualizar como un proyecto de crecimiento. No hay que olvidar que Chile no tiene trabajado el desarrollo, las competencias, capacitaciones… hay buena cantidad de oportunidades. Hay todo por hacer y aún así ya hay una cantidad de cosas hechas: el número de equipos, de jugadores. Lo que hay que hacer es ordenar ese proyecto, ponerlo todo junto y que empiece a traccionar. Hay mucha gente que le gusta ir a ver rugby, como muestran las 15 mil personas de Temuco, ni para el fútbol es fácil juntar 15 mil personas. Hay regiones poderosas. Yo visualizo una cantidad de cosas pero personalmente tengo un desafío enorme con el alto rendimiento. Arrastramos 4, 5, 6 generaciones de procesos que no existieron, y después tampoco porque hubo pandemia y después nos concentramos en las eliminatorias. Hay volumen de jugadores y mi responsabilidad de cambiar esa historia, si no el cambio va a costar. Si no se hace eso no hay forma. El número de jugadores de alto rendimiento es muy bajo. Sabemos que entre los que se van a ir al exterior y los que se retiran, los del seven y los de Selknam no tenemos el número de jugadores. No quiero decir que no tengamos equipo. Lo que no hay es el volumen. Capaz tenemos que empezar el circuito de nuevo: traer extranjeros, que ayuden al crecimiento, pero con otra base. ¿Vamos a empezar de vuelta? Sí, pero diferentes, con otra base. Comercial, staff, jugador seremos los mismos, pero todo es diferente. Y de eso va a depender el resultado de 2027.

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