Hace fuerza pero no puede, intenta ser neutral pero no le sale y el corazón le gana a la razón cuando le preguntan donde le gustaría jugar.
Gastón Rodríguez está haciendo mucha fuerza por jugar en
Peñarol junto a su hermano Maximiliano y la negociación, que no es para nada fácil, tiene varias aristas.
"El deseo de jugar en Peñarol nadie me lo va a quitar. Quiero jugar en Peñarol un año o seis meses y capaz que me va bien y la ganancia puede ser mayor para todos", dijo el delantero ayer consultado por el programa Tirando Paredes.
Lo cierto es que Wanderers tasó al jugador en una cifra cercana a los U$S 3 millones y ese número corre a favor de los equipos del exterior que quieren hacerse con su ficha.
Equipos de Italia y España ya pidieron plazos y cotizaciones para iniciar las negociaciones incluso contra el propio deseo del jugador, que quiere emigrar a un fútbol más competitivo pero antes se quiere dar el gusto de jugar en Peñarol, el club de sus amores.
Los presididos por Damiani no harán una inversión de tres millones pero buscan la fórmula para tener al último goleador del
Uruguayo.
"Es muy difícil la situación por el monto que fijó Wanderers. Hablé con el presidente y me dijo que ya había cumplido un ciclo en el club. Espero que se puede llegar a un acuerdo de todas las partes", comentó el delantero.
Según supo Referí, la operación más viable es una venta al exterior y que el club que deposite la cifra para quedarse con el jugador esté dispuesto a cederlo a préstamo.
Rodríguez quiere jugar al menos seis meses en Peñarol y agotará todos los caminos para cumplir su sueño.
Peñarol, lejos en lo económico, espera un regalo del cielo.