Mundo > Contra la "deconstrucción"
La nueva ministra de Cultura de Francia se manifestó en contra del “wokismo”
La nueva ministra de Cultura francesa, Rachida Dati, dijo este martes que "el wokismo se ha convertido en una política de censura" y prometió que no "respaldará" a aquellos que promueven la "deconstrucción".
"Soy partidaria de la libertad del arte y la creación, no estoy a favor de la censura", declaró a la emisora radiofónica CNews-Europe 1.
El "wokismo" es un término surgido en Estados Unidos, vinculado a la lucha contra la segregación racial, y alude al "despertar" (to wake) o "toma de conciencia" de quien descubre y asume las reivindicaciones contra cualquier tipo de discriminación o abuso.
En la última década el movimiento woke ha asumido otros muchos objetivos, como la lucha anticolonial, de género, contra el cambio climático, etc.
La exministra perteneciente al derechista partido Los Republicanos fue nombrada a principios de enero por el presidente Emmanuel Macron, en un ambiente tenso en la cultura francesa por la proliferación de denuncias por casos de acoso sexual en el sector del entretenimiento, de discusiones sobre el pasado colonial o de denuncia del auge de la extrema derecha.
La ministra señaló que era muy sensible a la lucha contra las discriminaciones que lleva a cabo este movimiento, pero consideró que el wokismo “se ha convertido en una política de censura".
Dati explicó que ha abierto una discusión interna con la plana mayor del ministerio. "Les pediré que vigilen el apoyo a la libertad de creación, y que no apoyen a estos nuevos censores", afirmó.
"Luchar contra las discriminaciones, los determinismos sociales, es una lucha. La cultura no es la deconstrucción, no es el borrado. No seré alguien que esté al lado de los censores", aseguró.
Francia ha retomado con fuerza ese debate, proveniente de Estados Unidos, donde la intelectualidad y la mayoría de los medios universitarios enfrentan una ofensiva de políticos y medios conservadores, que denuncian lo que consideran una "cultura de la cancelación", en la que cualquier personalidad es sometida a escrutinio ideológico o social.
La izquierda intelectual considera en cambio que esa toma de conciencia ha permitido desenmascarar comportamientos racistas o sexistas.
(Con información de AFP)
