Iban 58 minutos de juego en Inglaterra. Chelsea le ganaba 1-0 a Atlético de Madrid y el conjunto español tenía que empatar y hacer otro gol para clasificar a cuartos de final de la Liga de Campeones, porque en la ida había perdido 1-0. En ese momento, Diego Simeone decidió sacar de la cancha a Luis Suárez. En su lugar ingresó el argentino Ángel Correa. La cara del delantero uruguayo fue un poema, enseguida una risa irónica que le duró hasta que se sentó en la tribuna y comenzó a quitarse las vendas. Su molestia con el cambio era evidente.
Es que se jugaba mucho. Además de la clasificación de su equipo, también la posibilidad de marcar su gol número 500 del que se habla hace semanas, y la racha negra que tiene en Champions y que se lo recuerdan cada vez que juega un partido por ese torneo: desde setiembre de 2015 no marca un gol jugando de visitante por la Liga de Campeones. Pasaron 25 partidos, entre Barcelona y Atlético, sin hacerlos afuera de España. Con el conjunto colchonero, además, no marcó ni de local ni de visitante en los seis que disputó.
Después del encuentro que terminó con victoria por 2-0 del Chelsea y eliminación del Atlético, a Simeone le consultaron en conferencia de prensa si había visto la molestia de Suárez: "¿Si vi su reacción? Estaba mirando el partido. Lucho es un jugador importantísimo y cuando uno sale, puede estar enojado. Es normal que el futbolista quiera seguir jugando. Entendíamos que arriba teníamos otras posibilidades de movilidad para atacar y por eso hicimos eso”, dijo el Cholo.
También fue consultado por la razón de la variante: “Creía lo que mostré, que, poniendo a Llorente y Saúl en banda, Lemar en el medio, Correa, dejando a Dembélé de delantero más João por detrás, podíamos tener más dinámica en el ataque y no colocar dos delanteros. No teníamos tanto juego como el otro día contra el Getafe, donde los dos delanteros juntos nos daban la posibilidad de tener lo que queríamos, pero estar fuera del área los dos era difícil y necesitábamos otro camino. El hincha debe estar dolido y decepcionado, como tiene que estar. Mañana o a más tardar el viernes resetear y pensar en lo que viene delante con humildad y trabajo para llevarlo hacia adelante”, explicó el DT argentino.
Atlético de Madrid vuelve a jugar de local el domingo a la hora 14:30 de Uruguay frente a Alavés por la Liga española y será otra oportunidad que tendrá Suárez para llegar al tan anhelado gol 500.
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