Por Juan Samuelle, enviado a Soriano
El Museo Agrícola “Roberto Fonte”, con sede en Carmelo, exhibe en su stand de la Expoactiva Nacional siete tractores, todos tesoros de la agricultura del siglo XX, recuperados y restaurados, aptos para funcionar y considerados como “hijos” por parte de Nancy De León, la actual directora del museo.
Pero hay uno que es el “niño mimado” y eso tiene un por qué, una historia, cuyo protagonista es su esposo, creador del museo y fallecido en 2021.
“Ese tractor pertenecía a la familia Fleuri, de Conchillas. Roberto iba a la escuela 88 en el paraje Martín Chico y cada vez que estaba en clase y veía pasar a ese tractor por el camino salía como loco corriendo para verlo y dibujarlo, incluso eso le valió varios rezongos de la maestra”, contó Nancy al inicio de la anécdota.
Agregó que, décadas después, cuando ya era su esposo y trabajaba como chapista y pintor, Roberto le dijo que iba a comprar un tractor para restaurarlo y así ir construyendo su museo agrícola. Ya tenía un John Deere A que lo vendió para comprar ese modelo 35 y otro modelo M y pasar a tener dos tractores en vez de uno.
“Fuimos a verlo y el tractor estaba olvidado adentro de un galpón, el tractor sostenía al galpón así que imaginate cómo estaba, pero Roberto estaba chocho, lo compramos en 2012, nos costó US$ 1.000 que para nosotros era una fortuna y cuando lo trajimos a casa en cierto momento lo veo a mi esposo llorando, abrazo del tractor y recién ahí me contó la historia y que la emoción era por ese sueño cumplido, tener aquel tractor por el que salía corriendo de la escuela para escucharlo, verlo y dibujarlo”, añadió.
Ese tractor, que se exhibe en la muestra de tecnología innovadora de la Asociación Rural de Soriano (ARS), es un John Deere AR modelo 35, que se fabricó en Estados Unidos desde 1935 a 1953 y en ese período llegó y fue utilizado en el área de chacra uruguaya.
Una vez restaurado, ese tractor pasó a ser el emblema del museo. “En cada desfile, en cada Fiesta de la Agricultura (otra actividad con sede en Carmelo y creada por Roberto), siempre ese John Deere iba delante del todo y nosotros sentados en él”, dijo.
Cuando ya estaba muy enfermo, por última vez Roberto fue al galpón donde estaban sus tractores y lo encendió, para volver a escuchar su motor.
“Roberto tenía algo mágico con ese tractor, lo encendía y hacía cantar al motor de un modo especial que solo él podía lograrlo, nosotros nunca, no sé por qué”, contó.
El tractor estuvo más de un año sin funcionar. En la Fiesta de la Agricultura de 2022, con Roberto ya fallecido, el tractor igual desfiló pero encima de una chata, no andando y cumpliendo con una exigencia de Roberto: solo podían sentarse en el tractor Nancy o el hijo de ambos, Michael.
Recientemente, dos amigos de la familia, José Batto y José Banchero, lograron recuperar el funcionamiento del tractor, algo maravilloso para Nancy, Michael y todos los amigos del museo. El motor no suena como cuando lo prendía Roberto, pero se parece muchísimo y con solo funcionar ya es algo precioso, dijo.
“Yo estaba en la escuela, soy maestra rural, me mandaron un video mostrándome que habían logrado hacerlo prender y funcionar y me puse a llorar y a llorar”, contó.
Ahora, en la Expoactiva, como pasa con las otros seis tractores, lo encienden cada tanto para deleite de la gente y hasta desfilará sobre el cierre de la exposición, andando por sí mismo.
Nancy contó que el tractor que para recuperarlo más debieron invertir fue un John Deere 830, que les costó US$ 6.000.
El año pasado, con lo recaudado en la Fiesta de la Agricultura (a la que concurrió el presidente de la República, Luis Lacalle Pou), lograron comprar los materiales para construir un galpón en el que se guardarán los tractores, vehículos antiguos y herramientas del museo.
Este año la Fiesta de la Agricultura se hará por sexta vez, del 5 al 8 de octubre en Carmelo, y el objetivo es conseguir el dinero para el montaje del galpón.
“Cuando tengamos el galpón, este tractor, el AR, estará en un sitio especial, como se lo merece, como Roberto lo hubiese puesto”, dijo Nancy.
Tras la pregunta de si algún día lo venderá, enfatizó: “¡Nunca!, no tiene precio, tenemos varios tractores que no se venden ni por todo el oro del mundo, ese es uno y otros son el M y el 730, cada uno tiene una historia encima, nos pidió eso Roberto, que no los vendamos nunca y le vamos a cumplir”.
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